EL PRISIONERO DE ZENDA

A espadazo limpio por Ruritania, país que al ser ficticio, alberga todo un mundo de posibilidades, más incluso de las que autor nos ofrece en su obra. Clásico juvenil de mis tiempos, que como tantos otros, hoy no transciende. Quizá porque los nuevos adolescentes estén hartos de reyes y princesas, o por lo mucho que ha evolucionado el lenguaje. A la novela de Hope no le falta de nada, aventuras, reyes usurpados y secuestrados, amor y por encima de todo esto, honor, el valor de la palabra dada, moneda hoy en día devaluada y malgastada. Así es nuestro valiente Rudolf, héroe de capa y espada, pelirrojo y con nariz de buen tallaje. Hasta tendrá tiempo para el amor, lo que no os puedo contar es si en este reino se comen perdices o calabazas. Versiones hay más que setas en octubre: cine, teatro, ópera, musicales y hasta en la radio. Hoy hay una edición en las buenas librerías con prólogo de nuestro maestro de esgrima, Arturo Pérez Reverte. El prisionero de zenda se codeo en muchas vidas con sandokanes, islas del tesoro, flechas negras, guillermos, Robinsones, o aquellos 4 amiguetes con un perro que verano si, verano también y el del medio, andaban de lio en lio. Es un excelente autoregalo encubierto, ellos no lo leerán, tu por darle uso, recuperarás un trocito de tu infancia. Llevaba tiempo debiendome y a la vez esquivando esta reseña. Amanecí de lunes rebelde, viendo mafaldas por todas partes ( con todo el respeto) y varias reseñas repetidas de libros duplicados...la misma de siempre ( sin respeto alguno) y me he dado un homenaje paseando por mis nubes y antaños a modo de terapia. La automedicacion del cascarrabias. Prometo aburriros con otro libro carroza juvenil en breve, pero esta vez, descubierto en la actualidad. Es lo que tiene estar en la recta final del 45... Nostalgia y no callar ni bajo el agua. PD. Si te ha gustado esta reseña o la de cualquier usuario y decides premiarla con un like debes hacerlo en el corazón grande donde reza: te ha gustado esta reseña? O ante la duda en los dos.

Un rey borracho, un impostor pelirrojo, un secuestro y una historia de amor. ¿Puede haber mejores ingredientes en una novela de aventuras? Soy una gran enamorada de la literatura infantil y juvenil, y estoy segura que novelas como esta hoy no engancharían a nuestra juventud. Y es triste. Se pierden una joya literaria. He disfrutado como una enana, con una historia de princesas, reyes verdaderos y falsos, duques, villanos y bellacos. Una historia de aventuras de verdad, una historia de aventuras de las de toda la vida. Una historia de capa y espada. No sé cómo no la he leído antes. No hagas como yo y visita cuando puedas el palacio de Zenda. No te defraudará. "Hay jóvenes que no deberían hacerse mayores sin haber leído El prisionero de Zenda y adultos que dejan de serlo, mágicamente, cuando retoman a esta estupenda novela" - Arturo Pérez-Reverte.

Este libro es un clásico de la literatura juvenil que había leído hace ya muchos años, pero que hace poco volví a disfrutar y le encontré aspectos que no había visto antes. Además de las pintorescas aventuras caballerescas, me gustó mucho la historia de amor, que está muy bien lograda, además de ser muy original. En estos tiempos de tanta mezquindad es bueno revivir las historias de un pasado donde la nobleza y la palabra de un hombre tenían valor real, y sobre todo, que eran factores que podían decidir el curso de batallas y guerras.

Novela de espadas, corazones nobles,amores imposibles, grandes y nobles enemigos,traiciones ,lealtades a prueba de bomba y grandes renuncias. Se lee casi de un solo trago y te atrapa en un ritmo frenético. Que gran país Ruritania!!. La edición no es la misma que yo leí . Zenda ediciones con la que colabora Pérez Reverte es la que tengo yo.

Una novela de aventuras, conjuras monárquicas, duelos, romances y secretos. Rápida de leer, bastante dinámica y que cumple su cometido de entretener. El tema del intercambio de identidades por el parecido físico recuerda un poco a la novela “El príncipe y el mendigo” de Mark Twain, pero los tonos y tramas de ambas novelas son completamente diferentes. Anthony Hope creó el género que pasó a llamarse “romance ruritano”, ya que hay escenas y motivaciones románticas para el protagonista. Y también porque la novela se sitúa en Ruritania, un reino monárquico ficticio situado en Europa Central. De hecho, debido al éxito del libro escribió una precuela y una secuela.

Un clásico de aventuras juvenil que no tuve la oportunidad de leerlo en la infancia pero que he tenido la suerte de encontrarlo de adulto. Brillante, una historia que trata sobre el honor, el deber, el coraje y la realidad de que el amor no puede con todo. En sus páginas se encuentra uno de los mejores villanos: Ruperto de Henzau; un enemigo de categoría que brida diálogos y duelos irrepetibles. Rescaten este libro para sus bibliotecas.

Un clásico de las novelas de capa y espada. Volví a vivir esa aventura que había descubierto hace muchos años con la colección Robin Hood, pero esta vez en una nueva y muy linda edición con prólogo de Arturo Pérez-Reverte.

Mi hermana me lo regaló hace varios años (no voy a especificar cuantos, pero muchos), y no le hice ni caso, a pesar de que me encantaba leer. Y como dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, he aprovechado las mañanas lluviosas para leer este clásico juvenil de aventuras al que prácticamente no le ha faltado nada: teorías de la conspiración, falsificación de identidad, batirse a espadazo limpio y matar a rivales con la normalidad con la que se va al supermercado, amoríos, sexismo propio del siglo XIX... En fin, todas esas cosas que hacen tan entrañables a las novelas clásicas y que te llevan a la inevitable comparación con la época actual (y que te hacen dar gracias al cielo de no vivir en el siglo XIX, todo sea dicho) El prisionero de Zenda no es uno de los clásicos más conocidos dentro del canon literario, pero vale la pena darle una oportunidad a su lectura.