Fantástico libro infantil que mi hija de quince años todavía conserva con muchísimo cariño, estaba obsesionada de peque con este cuento que es muy muy corto, prácticamente para niños que todavía no han aprendido a leer porque con sus dibujos que son plegables ya pueden suponer que es lo que dice la lectura. Si tenéis niños pequeñitos os lo recomiendo un montón, es una manera de hacerles amar los libros, es un buen comienzo para ellos.