EL PINTOR DE BATALLAS

El pintor de batallas es una novela donde el arte y su concepción son los verdaderos protagonistas. Dos disciplinas tan antagónicas como fotografía y pintura, y dos personajes enfrentados a su pasado y unidos por el efímero instante del disparo de una cámara fotográfica que representó para ambos, cosas bien distintas. Faulques pasó su vida como reportero gráfico de guerra en diferentes conflictos bélicos, y en el presente vive en un abandonado faro de Punta Umbría donde dedica la mayor parte de su tiempo a pintar escenas de batallas en las paredes de su insólito hogar. Allí recibirá la inesperada visita de Markovic, que tras breves palabras de presentación le anunciará el propósito de su llegada. Matarle. Tras el "susto" inicial la novela entra en una espiral de referencias artísticas y técnicas de ejecución donde sinceramente ando tan perdido como aburrido. El "mérito", lo asumo, es únicamente mio, y por tanto desconozco si el autor está acertado o no en todo lo que a cuadros, óleos, formas e hipotenusas se refiere. Dejando atrás la parte que se me hizo más tediosa, la novela plantea un interesante debate moral acerca de los sentimientos reales que tiene aquel que con su cámara retrata escenas dantescas. Nuestro candidato a asesino, aparece y desaparece como le viene en gana, por el inmenso lienzo donde habita el mediocre pintor. La intención de Markovic es darle una explicación al futuro asesinado, por capítulos, sin prisas y forzará diversos encuentros donde ambos repasarán sus tormentosos pasados. Aquí es donde emerge con más solidez el romance entre Faulques y Olvido. De ella se hablará siempre en pasado. Fue compañera gráfica y de cama y el mayor desasosiego que habita en el presente de nuestro protagonista. Por otro lado, el croata no vivió precisamente igual la repercusión de aquella instantánea que encumbró a Faulques, y dará la versión de la otra cara de la moneda. Un texto muy interesante, hecho con la habitual cuidada y excelente prosa de Reverte, en la que si atisbo un cariño especial, (dentro del drama) como más trabajada, si es que esto fuera posible tratándose de Don Arturo. Me asombra la capacidad del autor de crear una buena historia con tan solo tres personajes siendo, además, uno de ellos, únicamente recuerdos. Una pena mi nula destreza en cuestiones de arte, pero a fotógrafo y modelo casual, difícil será olvidarlos.

Hacía tiempo que no leía nada de Pérez Reverte. Esta obra me ha despistado por sus excesivos giros sobre un mismo tema, además de rescatar una temática que el autor bien conocía desde sus tiempos de corresponsal. Sencillamente no puedo darle ninguna valoración, ni positiva ni negativa. Me quedé igual

Decía un famoso escritor que son los libros quienes buscan a sus lectores. Claramente este gran libro no me encontró en el momento ideal para leerlo. La historia comienza cuando un hombre llega a la casa de Faulques (el pintor) y se presenta diciéndole que venía a matarlo, pero que se tomaría su tiempo para que comprenda la razón de su acción. Objetivamente el libro es estupendo, una historia de solo tres personajes, que puede ser policial o de suspenso cómo está catalogada, sin embargo yo creo que es una historia de amor y de duelo a ese amor que ya no está. Todo vinculado con un gran fotógrafo de guerra devenido en mediocre pintor que se sabe tal pero que canaliza mediante la pintura la búsqueda del “todo”, de la obra cumbre, del cuadro que sería la suma de sus fotos. En algún momento puede ponerse tedioso o repleto de violencia explícita excesiva (hasta innecesaria). Recomiendo leerlo con internet a mano para ir disfrutando los cuadros que se mencionan. Hay un evidente juego de paralelismos entre experiencias del autor como cronista de guerra y el personaje, lo que enriquece la historia. Es un gran libro, que entiendo no lo leí en “mi” momento adecuado

Estamos ante una excelente novela que, con muy pocos ingredientes, se devora y digiere dejando un buen regusto en la retina. El propio autor en numerosas entrevistas ha confesado que en esa novela es en la que hay más guiños autobiográficos, junto con "Territorio Comanche" con la que comparte como telón de fondo la Guerra de los Balcanes. En este caso el autor nos presenta un escenario algo misterioso, una torre (que bien podría ser un faro), y un ex-fotografo bélico, convertido en pintor de batallas, que utiliza los muros interiores del torreón como lienzo para pintar algunos de los pasajes de la Historia del hombre, entremezclados con los de sus experiencias en los conflictos bélicos. En medio de esa atmósfera aparece un veterano de guerra croata que tiene mucho que aportar en la trama y con quién el protagonista tendrá una docena de conversaciones muy enriquecedoras sobre temas bélicos y personales y también sobre arte, historia, filosofía, trascendentalismo... Sobre las cuales el autor nos deja un buen puñado de anécdotas, ejemplos y argumentos para reflexionar. El protagonista-fotografo-pintor se muestra bastante resignado, desmotivado, como ese tipo de personas que ya lo han visto todo y ya no esperan gran cosa, de nuevo cierto cliché del farero literario que vive solitariao con una pesada carga a sus espaldas. La novela está repleta de anécdotas de testimonios de guerras y también de referencias a obrasde arte y a técnicas y habilidades en el manejo de colores, pinceles, paletas, cámaras, lentes, diafragmas, etc.

Una obra de Arturo Pérez Reverte de trama muy distinta a la de aventuras a las que nos tiene acostumbrados, aquí un reportero de guerra está pintando un mural que representa lo que el ha vivido durante sus reportajes de zonas de guerra,. De repente la inspiración le ha venido a Arturo de su propia actividad ya que el mismo fue reportero de zonas de guerra, sin que la novela toque nada de su propia biografía, el asunto se complica con la visita de una persona que le anuncia que lo va a matar cuando dicha visita terminé....como salir vivo en tales circunstancias. Sólo leyendo el libro.

La idea me ha gustado mucho, pero la novela se me hizo interminable. La trama, muy interesante y algo perfectamente factible y real. Los pasajes de colores, pintura, luz,... para los entendidos igual están muy bien, pero para mí sobraban, me despistaban, me hacían perder el hilo de la historia.

Anclados al pasado, atados en el presente un hombre, una torre, una mujer y la pintura, dan lugar a una magnifica novela , perez reverte siempre

No sé por dónde empezar, más que gustarme me ha impresionado. Son de esos libros que no creo que olvide nunca, es más, estoy seguro de volver a leerlo más veces. Es un estudio sobre la actitud del ser humano ante determinadas circunstancias, una descripción profunda sobre los actos más viles que puede hacer una persona . Si no lo han leído, no lo duden, inténtelo.