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Sinopsis de EL PESO DE LOS MUERTOS

Nos gusta creer que podemos enterrar el pasado, pero la memoria reside en nuestro inconsciente, y nuestra historia es a menudo el fruto de nuestra imaginación. Por eso cuando en septiembre de 1975 Lucía recibe una llamada en su casa de Viena desde España, decide que es el momento de regresar a Barcelona y enfrentarse a los fantasmas que la esclavizan. Intuye que su mundo no es tal y como lo ha concebido y ya está cansada de huir y de mentirse, por lo que no puede posponer afrontar su verdadera realidad. Pero, como temía, sus muertos regresan veinte años después en cuanto pisa las calles de Barcelona y retorna otra vez el dolor, la angustia y los temores.Franco agoniza, pero aún deambula lo más duro del régimen, con personajes como el moro Ulises y sus cómplices, en una España en decadencia que se debate entre un sistema decrépito y los nuevos aires de cambio. Mientras, en la prisión Modelo, reside desde hace tres décadas Liviano, quizás la única persona capaz de reconstruir la verdadera historia del general Quiroga y su mujer Amelia al comienzo de la dictadura, la de Nahúm Márquez, la del padre de Lucía y, cómo no, su propia existencia, en un duelo entre el amor y el tormento. El peso de los muertos nos adentra en lo más profundo de la memoria y los miedos de su propio significado.

8 reseñas sobre el libro EL PESO DE LOS MUERTOS

Primera novela de Víctor del Árbol, autor del que me he convertido en fan incondicional, en la que ya se perfila ese estilo tan particular que desarrollará en las próximas novelas. El peso de los muertos puede catalogarse como novela negra, pero no es solo eso, es mucho más. Creo que tras haber leído varios de sus libros ya puedo calificarla como “género Víctor del Árbol”, porque realmente me es muy difícil catalogarla en un estilo concreto. La acción se sitúa en Barcelona, en dos épocas diferentes: finales de 1975 en los días previos a la muerte de Franco y en el año 1945, con el franquismo ya asentado en nuestro país, con un par de breves incursiones a la Costa da Morte en 1915, y a Melilla en 1925 en plena guerra del Rif. Las historias de presente y pasado se van alternando y entrelazando, hasta que todo encaja en su sitio. Por si alguien se anima a leerlo, prefiero no contar mucho más de la historia, creo que es mejor adentrarse en su lectura sin saber demasiado. Sí diré que es una historia de buenos y malos (más bien malísimos), de muertos y vivos, de fantasmas, de recuerdos. Que aunque sea una historia de ficción es una historia realista, porque hechos similares a los que se narran sucedieron en nuestro país. Y que la historia está muy bien contada, con unos personajes intensos, muy bien descritos, con los que me he identificado y he sufrido. Porque no voy a engañar a nadie: se sufre, una novela alegre no es, es una historia dura. A quien haya leído a Víctor del Árbol y le haya gustado su estilo, esta historia no le defraudará. Y a quien no conozca al autor, quien sabe, tal vez le atrape como lo hizo conmigo el primer libro suyo que cayó en mis manos.


Asistimos a la historia inconclusa de Lucía en la Barcelona de los primeros años de la dictadura, cuando los que mandaban ejercían su poder sobre sus semejantes y necesitaban muy poco para torturar y asesinar. Treinta años más tarde Lucía vuelve a Barcelona para cerrar su historia, plagada de tristeza y muerte en los días previos al fallecimiento del dictador cuando el miedo era el sentimiento más abundante en España. Me costó un poco hacerme con la trama al principio, debido sobre todo a los saltos temporales y la dificultad de encontrar relación entre los personajes con 30 años de diferencia. Pero al final la historia va tomando sentido y asistimos a una más de las injusticias que asolaron este país en los años de la dictadura. Interesante y recomendable, para saber un poco más de la historia negra de España en el siglo pasado.


Me encanta este autor y este libro no ha sido menos. Es una historia dura, muy dura en la que llegas a sufrir por el destino de los personajes que como es típico del autor son personas melancólicas, tristes, sufridas... Los personajes están muy bien descritos y los buenos son buenos y los malos malísimos. Una historia muy bien narrada y a pesar de su dureza te atrapa.


Que 2016 iba a ser el año de Víctor del Árbol quedó claro cuando le fue concedido el Premio Nadal el pasado mes de enero. Tras la edición y gran éxito de ventas y de críticas de La víspera de casi todo llega, en las próximas semanas, la reedición de su primera novela, El peso de los muertos. Cumplido el contrato editorial de diez años con Castalia, la obra queda libre para ser lanzada de nuevo (sin cambiar ni una sola letra, según se ha avanzado). Y el momento dulce que vive su autor hace prever otro gran éxito en su ya bastante aclamada carrera literaria. Estamos hablando de una primera novela, con todo lo que ello conlleva, pero que en su día --2006-- ya fue reconocida con el VIII Premio Tiflos convocado por la ONCE. Es evidente que la maduración personal y literaria alcanzada por este barcelonés de origen extremeño durante esta última década hace que la obra, leída hoy en día, resulte algo lejana de la maestría adquirida con los años, las novelas y los éxitos. Sin embargo, veo muy acertada la decisión de no variar la obra original, pues permite ver la evolución del autor y, además, constatar que El peso de los muertos ya mostraba pinceladas de lo que estaba por llegar. Entre ellas, la mezcla de géneros literarios --histórico y policíaco-- y la alternancia en la estructura narrativa de épocas, lugares y personajes en cada uno de sus capítulos. Sin duda, uno de los puntos fuertes de Del Árbol. La novela nos habla de cómo cada uno de nosotros construye su propia memoria, personal e histórica, según nos conviene. Tema, por otra parte, recurrente en la obra de nuestro autor. Y su valentía está presente ya desde el principio de la obra. Porque vivir en Barcelona, ser mosso de esquadra y escribir una primera novela contextualizada en la Barcelona de los últimos días de vida de Franco (noviembre de 1975) y que denuncie los excesos policiales --violaciones de todo tipo, denuncias falsas, asesinatos injustificados y demás prácticas difíciles de compartir-- de manera tan rigurosa y cruda hace necesario que quien se atreva a escribirla tenga un gran coraje y unos altos valores, tanto personales como profesionales. El peso de los muertos es una novela negra que ya huye de los clásicos asesinos en serie y de heridas y amputaciones narradas con todo lujo de detalles. En ella no hay ketchup sino realismo puro y duro. Porque cualquiera puede convertirse en asesino. Nadie es del todo inocente ni tampoco culpable. Todo tiene sus causas y sus consecuencias. Y en la Barcelona de noviembre de 1975 ocurrieron demasiadas cosas. Muchas de ellas, dignas de ser contadas. Y esto es precisamente lo que hace Del Árbol en una novela que, pese a ser de ficción, cuenta con una extraordinaria documentación histórica y con referencias a algunos personajes reales que la hacen más cercana al lector y, por tanto, creíble. Pero para poder comprender lo que ocurre en el presente de 1975 el autor se toma la licencia de viajar hasta 1945, donde encontramos las causas pasadas de ese presente que al principio se nos hace casi inalcanzable pero que, gracias a las justas dosis de información que vamos recibiendo en cada capítulo, al fin llegamos a conocer --algo también clásico en los libros de Víctor del Árbol--. De esta manera, serán los sucesos de la posguerra y del comienzo del régimen dictatorial los que marquen los de los últimos días del franquismo. No obstante, nada de lo escrito más arriba sería factible sin otro de los puntos fuertes de la obra de este autor: la fuerza, cercanía y credibilidad de unos personajes, retratados minuciosamente, que siempre tienen algo que perdonarse y que buscan soltar lastre de su pasado. Un pasado que les pesa, les impide vivir con normalidad y no les deja escapar jamás, aunque sea a base de pesadillas que recrean sus propios fantasmas. Varios de ellos están marcados por la tragedia, pues han asesinado o han perdido dramáticamente a alguien en el pasado. De ahí un título más que acertado. Lucía es una mujer atractiva y enigmática cuyo matrimonio está a las puertas del fracaso. Guarda un secreto que ni su marido, Andrés, conoce. Un secreto que la hace volver a Barcelona treinta años después de su apresurada huida. El moro Ulises, un repulsivo torturador de la brigada político-social, anteriormente héroe de la guerra de África, también esconde algo en su conciencia que cree que nadie más conoce. Octavio Cruz, amigo de juventud de Lucía, es un abogado de la capital catalana incapaz de demostrar su amor a nadie. El fantasma del doctor Nahum Márquez, muerto por garrote vil treinta años antes, amenaza con no dejar en paz a nadie hasta que se haga justicia. Pero, ¿qué clase de justicia? En definitiva, El peso de los muertos es una lucha entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos; el de los recuerdos reales y el de los inventados; el de la justicia y el de la injusticia; el de un régimen opresor que agoniza y el de otro emergente que ansía la libertad perdida.


Víctor del Árbol fue uno de los escritores que mas me llamo la atención por las críticas que leía sobre él, pese a las dificultades que resultaron para mi poder adquirir alguno de sus libros por el lugar donde vivo, tuve la oportunidad de tener una de sus obras y es precisamente este el primero que lo obtuve y el primero en leerlo, debo reconocer que me lleve una grata sorpresa, pues Víctor es un escritor muy diferente a todos los demás escritores que había leído hasta ese entonces y es que Víctor es único en su forma de narrar y escribir, marcando así su PROPIO estilo, al grado de que fácilmente podría identificar una obra suya sin decirme que la escribió el, y es que sus historias, su estilo, la forma muy personal que tiene de narrar es muy agradable sus novelas, como dijo en una entrevista son muy honestas. Cada una de sus obras están llenas de frases que tienen contenidos muy profundos y a la vez tan simples, que leerlos una y otra vez te dejan pensando en ellas. En resumen, una historia intensa y profunda, con personajes mas intensos aun, donde está presente el dolor, la venganza, los remordimientos y las heridas del pasado que todavía duelen. Este, como todos sus libros son para leerlos al ritmo de Víctor, degustando lo que lees, sin apresurarte, pero a la vez sin poder dejar de parar manteniéndote al vilo en toda la historia, no esperes finales felices sino finales reales y muy humanos. Como el propio autor decía en una entrevista: "Yo creo que nadie es inocente. Creo que todo el mundo tiene algo que hacerse perdonar. Yo no escribo con moralina. No es una cuestión de buenos y malos. No se trata de que al final tenga que haber una redención. Por eso la gente que busca el final feliz en mis novelas no lo va a encontrar."


Primer libro que leo de este autor y me encantó. Buena trama, buenos personajes. Lo seguiré leyendo de todas maneras!!


Primera novela de un gran literato , a pesar de ser una primera novela ya se le vislumbra una gran calidad en ella y se ven las señas de identidad de su autor, personajes torturados por la vida y por sus actos, presentes y pasados, también personajes carismáticos y terriblemente malvados como el moro Ulises y buenos que no son tan buenos al final de la partida.


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FRASES DEL LIBRO EL PESO DE LOS MUERTOS

A veces durante la noche enciendo la luz para no ver en mi propia oscuridad


Publicado porGraciela@

Cuando lo sacaron al exterior nevaba un poco. Tuvo que cerrar los ojos porque la luz lo cegaba. Se escuchaba el murmullo del viento levantando la nieve recién caída y las ramas secas de los árboles crujían con el peso de los carámbanos


Publicado porGeloblanco