El pequeño Nicolás es uno de los libros que más recuerdo de mi infancia. Tanto Nicolás como sus amigos son geniales, y sus aventuras también. Los dibujos, simplemente divinos. Tenía yo más ganas de volverlo a leer que mis hijos de escucharlo.... quizás sean muy pequeños aún para ésto... pero ¿y lo bien que me lo he pasado? Dentro de unos años se lo volveré a leer, a ver si consigo que les guste tanto como a mi. Visto desde mi yo adulta, hay mil situaciones y comentarios que hoy en día consideramos políticamente incorrectos, pero que sin duda son divertidísimos, y ubicando el libro en su tiempo se entienden. ¡Que no haya niño que crezca sin conocer al pequeño Nicolás y sus amigos! .
Si me gustó pero las partes de que se pateaban, se golpeaban y nose que cosas más no me gustaron mucho pero en conclusión me pareció entretenida
Una de las lecturas que más me marcó en mi infancia y que he releído ahora siendo adulto. Y el efecto sobre mí ha sido muy similar: he disfrutado nuevamente con cada ocurrencia y travesura de su protagonista. Me encanta ver el mundo a través de los ojos del pequeño Nicolás y su panda de amigos.