En Faguas –país imaginario que aparece en las novelas de Gioconda Belli– ha triunfado el PIE (Partido de la Izquierda Erótica). Sus integrantes tienen un propósito inclaudicable: cambiar el rumbo de su país, limpiarlo a una casa descuidada. Pero nada de esto resulta fácil para la presidenta Viviana Sansón y sus ministras, sometidas a constantes ataques por parte de sus enemigos. ¿Podrán sobrellevarlo y sobrevivir? ¿Podrán convertir Fraguas en un país mejor?
Este libro narra la historia de un grupo de mujeres que fundan un partido político, PIE (Partido de la Izquierda Erótica) con el deseo de cambiar su país, Faguas, y limpiarlo de manos masculinas que lo han llevado a la corrupción y al desastre, llevando el felicismo por bandera. Una de las medidas más radicales que toman es mandar a los hombres a casa y eso les lleva a ganarse innumerables enemigos. ¿Lograrán su propósito? Un libro utópico que refleja la realidad de la mujer, la desigualdad, el valor de los cuidados y el papel de sostén que tiene la mujer donde casi siempre está poco valorado. Interesante y recomendado. Libro leído en agosto de 2022.
¿Qué pasaría si un grupo de mujeres feministas y decididas, trabajaran para ganar las elecciones de su país? Esta es la premisa de esta fantástica novela. Pasar del discurso a los hechos y poder cambiar las cosas. Me dieron ganas de intentarlo...
Narra un historia de un país pequeño en Sudamérica, en donde un grupos de amigas forman un partido político libertario y ante todo feminista el cual llega al poder.. Un libro bien narrado, con humor, sinceridad en medio de una utopía, finalmente la autora envía un potente mensaje sobre la realidad de muchas mujeres, en muchos países subdesarrollados y en cómo se puede construir nuevas realidades.. interesante y recomendable
Lavar, planchar, cuidar los niños no es el problema; el problema es que sé menosprecie la mentalidad que hay detrás de eso; que se restrinja esa actitud femenina al terreno de lo privado, que no entiendan que eso hay que hacerlo con todo y entre todos”
Si tuviéramos plena conciencia de cuán trascendente puede llegar a ser para otro ser humano un solo gesto de solidaridad, tendríamos que repensar toda nuestra vida”