Escrito que lanza la sospecha que en toda acción humana se esconde el resentimiento de debiles a dotados. 'Esté escrito, de poco más de ciento cincuenta páginas, de tono alegre y fatal, como un demonio que ríe, es un libro absolutamente excepcional; no hay nada más sustancioso, más independiente, más demoledor, más malvado. Si alguien quiere formarse brevemente una idea de cómo, antes de mí, todo se hallaba cabeza abajo, empiece por este escrito. Lo que en el título se denomina 'ídolo' es sencillamente lo que hasta ahora fue llamado verdad. El ocaso de los ídolos, dicho claramente: la vieja verdad se acerca a su final'. Así escribió Nietzsche sobre este libro en Ecce Homo.
Este señor no da martillazos sino que con una masa golpea las ideas de otros filósofos como Platón, Kant, Hegel, G. Eliot, Sócrates, Séneca entre tantos otros. Casi nadie se salva de su feroz crítica y odio, salvo algunos que coinciden con sus pensamientos, el cual sin autocrítica, considera como absolutos y verdaderos. Puedo coincidir con algunas de sus verdades y cuestionar algunas otras. Una obra que te muestra desde la perspectiva del autor como estos hombres han moldeado la historia e implantado en la mente humana modelos de pensamientos confusos, egoístas, hipócritas y demás impedimentos que han evitado que la humanidad desarrollara su propia evolución. "Y si no estáis dispuestos a ser fatales e inexorables, ¿cómo podríais un día triunfar conmigo? Y si vuestra dureza no quiere fulminar y cortar y deshacer, ¿cómo podríais un día crear conmigo? Pues todos los creadores son duros. Y os ha de parecer goce inefable poner vuestra mano encima de milenios como si fuesen cera".
Escrito en 1887 y publicado en 1889. Esta obra se basa principalmente en aforismos. Comienza definiendo lo apolíneo (basado en la razón) y lo dionisiaco (basado en lo irracional). Siguiendo con una crítica demoledora a toda la cultura occidental, es lo que en parte promete con otros de los títulos con los que se conoce a esta obra que es "Cómo se filosofa a martillazos".
Al más puro estilo "nietzscheano",es un escrito crítico,duro,irrespetuoso,ninguna novedad en el filósofo alemán.La palabra ídolos,es la verdad.Empieza llamando a Sócrates el primer farsante de la historia,por su lírica enredada y porque no apoyaba el alcance del conocimiento evitando así,que otros filósofos pudieran brillar.Después le toca a Kant,y a Platón,poniendo un ejemplo sobre Kant:"la cosa en sí",y "la cosa para sí",que para Nietzsche es superflua,además de un aislamiento del ser humano en el conocimiento,ya que el hecho de no conocer una cosa,no la separa de querer superarla como el de lo inalcanzable,sin dejar espacio a la reflexión.
Si el título y bella metáfora de este libro, <<El ocaso de los ídolos>>, sugiere un planteamiento filosófico disruptivo, la segunda parte del mismo, "Cómo se filosofa a martillazos", tropos ya a parte, plasma el modus operandis: voltear todas nuestras convicciones y no dejar títere con cabeza (la salvan Goethe y pocos más). A base de aforismos, pensamientos condensados en frases cortas, ironía, buena pluma y mala leche, Nietzsche reparte estopa a diestro y siniestro: por ejemplo, a Sócrates, un chusma que tuvo que recurrir a la dialéctica para ganar en algo; a Platón y su idealismo, que tanto influiría posteriormente en el cristianismo, por confundir lo último con lo primero (no hay más mundo que el aparente y los añadidos que no conocemos son falacias); al cristianismo, la mayor desgracia que ha sufrido la humanidad; a Kant y a la razón, que se creen por encima del bien y del mal; a su maestro Schonpehauer, a los nihilistas, cómo se atreven, pero si la vida hay que afirmarla incluso en sus aspectos más crueles y duros; a la revolución francesa y a Rousseau, con cuya lectura experimentó el asco (¡moralista decadente!); a la Alemania del primer Reich (pese a ello, el nazismo usó lo que le interesó de su obra, falseando muchas veces sus escritos); a Wagner y hasta a Víctor Hugo (aquí me tuve que levantar y fumarme un cigarro)... En fin, una obra recomendable para quien quiera conocer el pensamiento nietzscheano sin profundizar en temas concretos. Si la leen, sed fuertes, pues el maestro de la sospecha golpea fuerte. Y apártense de él a su debido tiempo, pues como decía Bataille, "Nietzsche es un pájaro abrasado por la luz".
Este texto permite reflexionar sobre nuestras ideas y desde dónde se fundan. Por otro lado tiene una mirada particular sobre la filosofía idealista y apunta contra ella en relación a "la verdad"
En el Ocaso de los Idolos, Nietzsche martillea a Sócrates, Platón, Hegel, Kant a quienes llama filósofos o precursores de la decadencia, explica claramente como estos pensadores luego se convierten en los referentes del cristianismo, lo que deviene en todos los males de la humanidad, explica como lo aparente es lo real y como no existe la verdad.
¿Eres auténtico? ¿O simplemente un actor? ¿Un representante? ¿O el representado? Por fin, tal vez no seas más que la imitación de un actor...
Mientras buscamos orígenes, nos convertimos en cangrejos. El historiador mira hacia atrás; hasta que finalmente también cree para atrás.
Los hombres más espirituales, suponiendo que sean los más valientes, son también los que viven las más dolorosas tragedias: pero honran la vida precisamente porque ésta se enfrenta a ellos con la mayor de las hostilidades.
Que quede dicho de una vez por todas: hay muchas cosa que 'no' quiero saber. La sabiduría marca muchos límites.