EL MUNDO SIN NOSOTROS

¿Qué pasaría si nuestro querido pero maltratado mundo se quedara de repente sin la presencia del hombre? ¿Cuánto tiempo tardaría en desaparecer nuestra huella del planeta? Confieso que comencé a leerlo pensando que me encontraría con un relato de ciencia ficción más que otra cosa, pero es un libro escrito con rigurosidad científica que explica qué le ocurriría a las grandes estructuras creadas por los humanos (puentes, ciudades, transporte subterráneo, plantas nucleares…) flora, fauna, océanos, etc. en el hipotético caso de nuestra desaparición del planeta. Alan Weissman, profesor y periodista, consulta con fuentes solventes, especialistas en cada materia para contarnos que sucederían por ejemplo con las plantas nucleares una vez que el el hombre no pudiera seguir manteniendo el material radiactivo en estado óptimo o como el metro de Nueva York acabaría inundado en poco tiempo al no existir trabajadores que lo drenaran y evitaran que los cauces de los ríos que fueron desviados de forma artificial volvieran a su estado primitivo. Weissman expone ejemplos asombrosos de cómo ciudades abandonadas han sucumbido al poder corrosivo del agua y la fuerza de la naturaleza. La flora autóctona florecería si antes no ha sido aniquilada por plantas invasoras, así como la fauna. La supervivencia de los animales domesticados sería muy complicada al carecer de sus proveedores habituales de alimento y con escasas habilidades para buscarlo en un mundo dominado por los más fuertes. En su libro, el periodista hace un claro alegato al ecologismo, como no podía ser de otra manera… Impacta el relato de unos pescadores que hace unos años se encontraron encallados en un mar de plástico del tamaño de un continente. Lloraron como niños por la dimensión del destrozo. Sobrecoge pensar que el plástico existe desde hace sólo unos 50 años y ya nos lo encontramos en forma de minúsculos polímeros en el pescado que nos alimenta. Y NO existe forma hasta la fecha de poderlo desintegrar y que desaparezca. Quizás en el futuro, dentro de miles de años, algún microbio sea capaz de alimentarse de ellos pero no han evolucionado hasta ese punto y para entonces si seguimos en esta línea estaremos dejando un planeta cubierto de basura a nuestros descendientes. Los desechos nucleares, inclusos los gases nocivos se entierran o se desechan en los mares a riesgo de nuestra propia salud ¿ Qué le sucederá a nuestro mundo si seguimos a este ritmo? Ha sido una lectura incómoda pero impactante y muy absorbente. Yo la recomendaría a aquellos negacionistas que anteponen el feroz consumismo a la salud de nuestro planeta que es, hasta ahora,el único que tenemos y lo estamos dejando hecho unos zorros. No se dónde leí hace tiempo que ningún pájaro ensucia su propio nido. Son inteligentes. Nosotros, los humanos, que nos creemos en la cúspide de la sabiduría somos los que expoliamos, masacramos y agotamos los recursos de nuestra casa sin pensar en las terribles consecuencias futuras. Nos cagamos en ella, hablando claro. O empezamos desde ya a vivir practicando ( no vale sólo la pegatina) el consumo sostenible, el reutilizar, el reciclaje extremo… o vamos a acabar como en la peli de Mad Max. O peor.

Debería ser de obligada lectura, por lo menos para las siguientes generaciones que se están formando, en el planeta.