En una calurosa mañana de verano en la sabana africana nació Matías, un pequeño monito de color blanco. Todos los demás monos de su familia eran de color normal de los monos. Tenía el pelo marrón oscuro, sus caritas eran marrón claro y las barrigas grandes y rosaditas. Pero Matías había nacido con su pelo blanco y con su piel igualita que la nieve...