En los papeles carmesíes que empleó la Cancillería de la Alhambra, Boabdil el último sultán- da testimonio de su vida. La luminosidad de sus recuerdos infantiles se oscurecerá pronto, al desplomársele sobre los hombros la responsabilidad de un reino desahuciado.
Magnífico libro que narra en una prosa, bajo mi punto de vista, perfecta, propia de un escritor como Antonio Gala, la vida de Boabdil, el último rey de Granada, contada por él mismo. Me encanta la novela histórica pero reconozco que se me ha hecho muy cuesta arriba terminar. Posiblemente, con unas cuantas páginas menos, sería más amena. No obstante, me parece fantástica y recomiendo su lectura.
Novela histórica que rescata la figura de Boabdil, sus recuerdos infantiles. Es una delicia leerla por lo bien que está escrita.
Queridos amigos, he leído con sumo interés por dos veces esta obra de Antonio Gala, que llegó a mis manos en forma casual, como suceden las mejores cosas. Al menos la mayoría de las casualidades. Lo leo por segunda vez a causa de la cuarentena que a todos nos acongoja, Diré que es un libro escrito con delicadeza, dejando en el aire la idea de que puedan ser escritos apócrifos, escritos en el que varias manos hayan intervenido....todo puede ser,según el mismo Antonio Gala oportunamente lo advierte, Mas allá de ello creo, que en algún momento, cuando el personaje descrito como Gonzalo de Córdoba, le revela sin omisión y precauciones las cosas de la guerra, las nuevas estrategias y tecnología aplicada en la decisión de los de Castilla de apoderarse de la bella Granada, creo que el Zogoiby-Boabdil, prisionero de los de Castilla y Aragón en Pocurna, no dudó en que se empeñaría en una lucha de antemano perdida, y, según el manuscrito, trató de entregar la codiciada Granada y su Alhambra con la mayor dignidad a la que un Rey destronado antes de abandonar sus dominios podía aspirar. Por momentos te identificas con el Sultán-No Sultán (valga la paradoja), y sientes como propios los avatares,como por ejemplo el del desprendimiento de sus hijos, como prenda de sumisión a los Reyes Católicos, y entristece hasta sentir deseos de consolar con un abrazo fraterno, al cada vez menos Rey, que todo lo pierde, incluso en el momento de la muerte de la bella Moraima. Un tramo aparte merece la relación que da el prisionero Boabdil, del orígen de la presencia musulmana en la península Ibérica.No habla de invasiones ni de tomas de reinos o territorios por grandes ejércitos de musulmanes o árabes o africanos. En toda la obra ronda la idea de que la identidad Andaluza prevalecía ante cualquier cuestionamiento identitario que se plantease. Incluyendo las charlas con su amigo Gonzalo de Córdoba,allí se pone de manifiesto que ambos, el granadino y el castellano se identificaban por sobre todo como Andaluces. Advierto que son solo impresiones de una obra que me ha resultado muy amena. Aparte de todo esto hay que decir que la historia estaba escrita. No hay cambio de época que no traiga consigo desolación y congoja; el cambio venía de la mano de Isabel y Fernando, y era la Historia la que daba un vuelco y se llevaba por delante a grandes actores. Quedan muchas otras particularidades por comentar de este libro de Gala; con sus luces y sus sombras recomiendo su lectura sin optar por bando alguno,-aunque a mis queridos españoles les resulte imposible- sino leerlo como el episodio histórico que marcó el apogeo de España luego de la derrota de los Musulmanes, lo que les permitió afianzar la península y explorar otros continentes como el nuestro y expandirse. Buen libro. Creo que Antonio Gala no es un escritor desprevenido,(muy al contrario!), y creo que el tema es atrayente. Buena lectura Amigos.
Desgarrador. La historia de un sultán desterrado y conocido como el último rey del reducto musulmán en la Península: Granada. Antonio Gala narra de principio a fin la biografía de Boabdil, la cual el mismo dejó por escrito en los manuscritos carmesíes de la Cancillería de la Alhambra. Es un libro que hace falta leer para poder empaparse de todo lo que alberga, en una reseña es imposible abarcar el alma y el dolor que Boabdil transmite desde su filosofía como sultan y sus sentimientos hacia su tierra Andalucía. Si me tengo que quedar con algo de este libro es la visibilidad que le da a la edad musulmana de Andalucía, cosa que aprendemos muy de pasada en el colegio/Instituto. Aquí no se habla de moros y cristianos, se habla -en boca de Boabdil- de andaluces. Además, el libro nos muestra la pasión y la filosofía de un rey poeta y sensible, preocupado por la cultura y por la belleza de su pueblo. Si tuviera que destacar un aspecto negativo es que a veces hay pasajes que se hacen tediosos y en mi opinión ralentizan un poco la acción. Tengo mil citas apuntadas en este libro, pero si tengo que poner alguna que resuma el pensamiento de Boabdil es la siguiente: "Aquí, en la Andalucía donde nacimos los nazaríes [...] conviveron todas las culturas, y en ellas fertilizaron unas a otras y procrearon. Por culpa de la intransigencia de los cristianos y de los almorávides por otro, se apagó la hoguera maravillosa de una Península que, gracias a los andaluces, fue un faro deslumbrante". Antonio Gala, El manuscrito carmesí, pág. 332
Como granadina, me parece un libro imprescindible. Está escrito con mucho gusto, de manera amena, sin dar la sensación de ser ni novela histórica, ni una biografía. He retrasado todo lo posible acabar de leer la parte en la que narra la Toma porque transmite perfectamente al lector la tristeza, la desazón, la sensación de pérdida de la propia ciudad y de la identidad. Permite abrir la mente a versiones distintas de la historia que siempre nos han contado, la religión como pretexto de las guerras, los diferentes puntos de vista de cada pueblo. Muy recomendable.
Disminuir las necesidades para disminuir las fatigas que cuesta satisfacerlas. Y así he llegado a necesitar muy pocas cosas, y esas pocas, muy poco. Porque la verdadera felicidad no está en tener, amigo mio, sino en ser y en no necesitar.