EL LIBRO DEL FANTASMA

Leer a Dolina siempre es una experiencia mágica, en todos los sentidos: deja magia en cada frase, en lo que dice, en lo que no dice, en lo que insinúa, en lo que burla, en todo lo que transmite... Es un compilado de relatos muy breves de los cuales (como muchos libros de cuentos) algunos son más de lo mismo, pero hay tres que no puedo dejar de recomendar porque se sienten en el alma: "La murga del tiempo", "Carreras secretas" e "Instrucciones para buscar aventuras" Es muy visible su estilo "Cortazariano" pero más alejado del cosmopolitismo y más cercano al barrio. Puntualmente al barrio de Flores lo cual lo hace muy "argento". Toma de Julio su juego de planos, su juego entre lo real y lo imaginario pero sobretodo el precioso: y... por qué no? Dolina agrega las leyendas de barrio, le agrega la nostalgia de los juegos de niños allá por los '80, la picardía Argentina, el humor que va mucho más allá de un humor banal y una ironía sin ninguna duda, pulida con martillo y cincel...

Cuando encontré este libro debo reconocer que me llamó la atención su nombre tan misterioso y a la vez su "amigable" portada; al leerlo pude notar que es una serie de relatos muy entretenidos no pueden evitar robar una sonrisa a quien lo lee. El libro es el resultado de un señor que en espera de la correspondencia del amor de su vida empieza a escribir para un fantasma que en vida era un escritor que no pudo terminar un libro; es por esto que el señor, a cambio de una flor para su amada empieza relatos, alguno con personajes conocidos y otros nuevos que no hacen más que avivar la curiosidad del lector y atraparlo. Lo cierto es que es uno de esos libros que al terminar de leer no dejas de pensar que sería excelente leer una historia por noche antes de dormir. ¡¡Bueno!!