A mediados del siglo xxi, Kivrin, estudiante de Historia, decide viajar en el tiempo para observar in situ una de las eras más mortíferas y peligrosas de la historia humana: la Edad Media asolada por la peste negra. Sin embargo, una crisis que enlaza pasado, presente y futuro atrapa a Kivrin en uno de los años más horribles del medioevo, mientras sus compañeros de Oxford, en el año 2054, víctimas de una enfermedad desconocida, intentan rescatarla. Perdida en una época de superstición y miedo, Kivrin descubre que se ha convertido en un ángel de Esperanza durante una de las horas más ocuras de la historia. Willis explora con maestría el tema atemporal de la enfermedad, el sufrimiento y la indomable voluntad del espíritu humano. El libro del día del juicio final es un clásico indiscutible de la ciencia ficción (premio Nebula 1992 y premios Hugo y Locus 1993)
Connie Willis, certera hasta en la elección del título, tomando como referencia el “ Doomesday Book “ de Guillermo I , lo mas parecido a un censo en esa época, pero que se adapta perfectamente, por el efecto de la contabilidad . Los que son, los que fueron, los que quedaron . Ya que en esta novela narra un viaje en el tiempo, generado en el futuro Oxford de 2057 . Y dirigido como proyecto medieval hacia la época previa a la peste negra en Inglaterra. Al tiempo que se gesta el envío de una historiadora ( Kivrin ) a esta época, en el Oxford actual, se inicia un brote de gripe, altamente contagiosa y mortal, que lleva al aislamiento de la ciudad, restricciones, medidas de control, pero aún así rebasa la capacidad médica. En este entorno el envío resulta erróneo y Kivrin aparece en plena efervescencia de la peste negra. Lo cual convierte a la novela en un desafortunado ir y venir a través de poblaciones devastadas por gérmenes que se encargan de acompañar a la humanidad a lo largo y ancho de su paso por el mundo. Apocalípticamente en ambos lados temporales aparecen beatas que se encargan de remarcar la participación de Dios como cruel y justiciero, flagelando a la población a través de la enfermedad. Notable la aportación en costumbres, que si bien ilustran el estilo de vida medieval, favorecieron la propagación de tan terrible flagelo, y la intolerancia y falta de comprensión que en el presente, y en el futuro, seguirán fomentando la indiscriminada propagación de enfermedades que tras largos siglos de enseñanza, deberían dejar un aprendizaje para su contención. Pero no es así. Lo insólito, ( tal vez no tanto ) que esta novela fue escrita en 1992. Ello le mereció a la autora la obtención de premios en lo referente literatura de ciencia ficción.. Muy clara, muy certera, bien documentada, extendida por ratos, pero muy interesante . Y , debería...muy aleccionadora, mucha y muy buena documentación , la propagación por la migración de los ya infectados, las muertes, la insalubridad .Aunque se queda corta en el aspecto médico no le resta interés, pues no es el punto principal , Pero en fin ; es ciencia ficción ¿ O no tanto ? Un estilo de novela que me trae a la memoria “ Rescate en el tiempo “ de Michael Crichton . Aunque este es mas de acción
No en balde, la autora y este libro han ganado tantos premios. Es realmente fascinante la imaginación vertida en esta obra, agregado a esto, una enorme investigación de hechos, datos, costumbres del medioevo. La historia transcurre en la época medieval y en la actual, al mismo tiempo. Todos los personajes son fascinantes. Un libro más que excelente, fabuloso!
Con un aire de masoquismo, en tiempos de Covid-19 encare la lectura de este libro. Grata novela de CF, donde se mezcla viajes en el tiempo con el desarrollo de una epidemia/pandemia en ambos mundos paralelos. La autora desnuda la ciega fe del cristianismo en la edad Media con los prejuicios frivolos de un futuro actual. Por momentos la desesperacion y a veces la esperanza acampan a sus anchas en el relato. Y ahi, reside lo grato de esta novela.
No había leído nada de esta autora y este libro me encantó.La ciencia ficción no es un género que me atraiga nada, pero me hizo salir de mi zona de confort y me sorprendió mucho: trepidante y entretenido le da una perspectiva a los viajes en el tiempo completamente diferente incluyendo la terrible peste negra. No podía dejarlo, atrapada por como saltaba del pasado al presente. La idea, aunque recuerda algo a "La plaga" de Ann Benson (o al revés), tiene gancho como para hacerte querer saber cómo les va a los protagonistas de las dos épocas y así vuela la lectura. Leeré más de esta autora.
Esta novela tiene un conflicto bien planteado. Los viajes en el tiempo, los dispotivos que se usan para hacerlos, el procedimiento del viaje y los propósitos científicos de los mismo me parecen muy verosimíles, he ahí la fortaleza de la novela. Sin embargo, el gran problema es la cantidad de páginas, escenas y demás situaciones inncesarias que no aportan nada a la trama. Esta historia se pudo contar en mucho menos de trescientas páginas pero supera las seicientas. Aun así, a mí me logró conmover en el retrato que hace de la peste negra pues transmite mucho la desesperanza de la pandemia. El libro es muy atrapante desde la tercera parte, lo anterior a ello sin duda podía ser más concreto. No deja de parecerme un libro con buen drama pero con fallos de ejecución.
Fue sorprendente, al inicio era bastante lento pero a medida que fue avanzando la historia se volvió muy interesante. También tenía su parte angustiante y hasta terrorífica. El sufrimiento y la desesperación de las personas frente a una enfermedad que no podían controlar se demostraba perfectamente en este libro, tanto en el pasado como en el futuro y a pesar de las diferencias en cuanto a creencias y herramientas científicas y tecnológicas finalmente el ser humano tiende a ser repetitivo en sus pensamientos y acciones, y nos obliga a pensar que aún cuando hay tantos avances el fin de la humanidad puede llegar en cualquier momento.
Lo primero que tiene que aprender un médico ,es a no ser demasiado duro consigo mismo, cuando pierde un paciente
No dejo de preguntarme si Dios esta aquí también, pero separado por algo peor que el tiempo, incapaz de atravesar esa barrera, incapaz de encontrarnos
Desde luego, el sonido era pavoroso, pero el silencio es aún peor. Es como el fin del mundo.
Dios nos ayudaría si pudiera, pero... ¿Pero qué? ¿No puede oírnos? ¿Se ha marchado? ¿No existe? - No puede venir
Quizá ella no se merezca el perdón, pero tampoco se merece esto, su cuerpo envenenado, pudriéndose, y apenas puedo condenarla por culpar a Dios cuando yo la culpo a ella. Y nadie es responsable. Es una enfermedad.
para que las cosas que deben ser recordadas no perezcan con el tiempo y desaparezcan de la memoria yo, al ver tantos males y todo el mundo al alcance del Maligno, como si ya estuviera entre los muertos, yo que espero a la muerte he puesto por escrito las cosas que he presenciado