"¿Verdad que es ancha la tristeza, Delgada la melancolía?" ¿Alguna vez te has hecho tantas preguntas, que parecen no tener respuesta y has hallado respuestas a preguntas que nunca te habías formulado? Neruda plasmó estás preguntas de su vida diaria, de su pensar y sentir en este libro que hace honor a su nombre. Podría parecer sin sentido tantos cuestionamientos, sin intento de resolución o que se responden con más preguntas, en las pocas hojas de este libro, ¿Que pensaba, que vivía, que sentía Neruda al preguntarse todo esto? Definitivamente entre tanto hay preguntas que jamás te habías formulado y sin embargo, al verlas plasmadas, te hacen reflexionar en ello, hacer una introspección y retrospección. Y en efecto al terminar este libro tendrás más dudas dentro de ti, de las que habías vislumbrado antes de empezar a leer.
Preguntas vestidas de un lenguaje poético, como no podría ser de otro modo, perfumadas con la fragancia de las metáforas y acicaladas de lo absurdo y arbitrario de muchas de las cosas que nos rodean en nuestra cotidianidad.
La interrogación ante lo cotidiano y lo trascendental hace doble poesía en su formulación y en las respuestas que quedan prendidas en la perspectiva del lector.
Dónde está el niño que yo fui, Sigue adentro de mí o se fue? Sabe que no lo quise nunca Y que tampoco me quería? Por qué anduvimos tanto tiempo Creciendo para separarnos? Por qué no momimos los dos Cuando mi infancia se murió?