En menos de una semana, Brigitte Nicholson se queda sin novio, sin trabajo y sin ganas de seguir con el libro que estaba escribiendo. Angustiada ante un futuro incierto, se traslada a Nueva York para estar con su madre y accede a ayudarla en la reconstrucción de la genealogía familiar. Entonces Brigitte descubrirá que por sus venas corre sangre india, ya que es descendiente de la marquesa De Margerac, cuyo nombre era Wachiwi, y que yace enterrada en la Bretaña. Cuando viaja hasta París para seguir investigando, Brigitte conoce a un apuesto profesor de la Sorbona que la ayudará a descifrar cómo una princesa sioux acabó cruzando el Atlántico, en pleno siglo XVIII, de la mano de un noble francés que la introdujo en la corte de Luis XVI y María Antonieta. La crítica ha dicho... «Dos historias que te atrapan desde el principio.» Kirkus Reviews
Me encantó esta historia, romántica a más no poder. En esta novela nos encontramos con Brigitte (una mujer temerosa e insegura, que no le gusta arriesgarse) en un momento clave de su vida en el que debe hacer frente a dos acontecimientos negativos, por un lado el hecho que su novio terminara con ella y por el otro ser despedida de su trabajo. Lo único que anima su existencia es el descubrimiento de que en su familia hubo un antepasado con una historia de vida sorprendente. Lo que la lleva a querer investigar. La historia me cautivó, si bien la protagonista me exasperaba un poco cuando debía tomar decisiones, o en sus momentos de depresión en su piso en Boston. Pero la verdad, son dos bellas historias en un sólo libro, el cual que se merece las 5🌟. La traducción no me gustó mucho OJO SPOILER: Nos deja la enseñanza de que hay que ser valiente y arriesgarse, no dejar pasar las oportunidades ni la vida