Un encuentro casual entre Circe y Penélope, propiciará el comienzo de un viaje, en el que las ideas asumidas sobre su realidad más inmediata se verán fuertemente cuestionadas. El antiguo mito griego de Circe y Penélope, sirve de excusa para romper con las bases de la literatura fantástica, en la que los superhéroes masculinos son el paradigma de abnegación a la bondad y la justicia. Éstos tendrán que enfrontarse a sus propios miedos, a su vida imperfecta y decadente, junto a dos mujeres que buscan redescubrir su mundo.
De espaldas, la primera reconocía el sufrimiento de la segunda, que mantenía los ojos abiertos, irritados ya después de horas de llanto. La sujetaba fuertemente contra su pecho, estableciendo un lugar seguro en el que cobijarse.