EL LAMENTO DEL PEREZOSO

Es sin duda un libro divertido, por el que se llega a sentir cariño y compasión por el protagonista y por la serie de desdichas que vive y su desastrosa, así como penosa vida. En mi opinión es demasiado largo para basar su narración en forma de cartas que el protagonista escribe (sin duda me habría generado una mejor impresión si hubiese sido más breve). El protagonista me ha recordado a Ignatius, de La conjura de los necios de John Kennedy Toole (novela maravillosa, la más divertida que he leído en mi vida; en serio, realmente hilarante). Otro aspecto que no me ha gustado, es la incoherencia de los trazos que narra el protagonista sobre la novela que está escribiendo; aunque no están nada mal y la narración me impresionó, pues me quizás me esperaba menos calidad según la personalidad que mostraba el protagonista, aunque sí que es cierto que es una prosa rica y en muchas ocasiones de reflexiones profundas. No ha estado mal, pero no es un libro de los que te dejan huella, simplemente un libro para pasar el rato. Tampoco es un libro de los que te incite a seguir leyendo. Simplemente pasas el rato y lo pasas bien. Me quedo con las últimas páginas, que fueron las que más me divirtieron y más me gustaron, con una mezcolanza de nostalgia al acercarse el fin (¡pero lo estaba deseando en realidad!).