EL LAGARTO HIPOTETICO

He sido admirador del trabajo de Alan Moore desde que leí su versión de "Swamp Thing" hace casi 30 años, y que después de varios cambios de guionista y dibujante llegó a ser la mejor etapa de este personaje. Después, leí algunas novelas gráficas suyas, y esta es la primera vez que leo un relato (no es novela gráfica; la clasificación de Alibrate es errónea). Me sorprendió bastante la fluidez de su prosa, ya que parece la de un escritor bien avezado en su oficio. La trama es atractiva: nos cuenta la historia de una joven prostituta, con dificultades para expresarse pero con gran capacidad de escuchar, quien es entrenada para satisfacer las necesidades sexuales de ciertos hechiceros poderosos. En la casa sin relojes, el extraño prostíbulo donde trabajan chicas con habilidades increíbles, conoce a Rawra Chin, el verdadero protagonista de la historia: un travesti que enamora a un experimentado actor para copiar sus secretos profesionales y después lanzarse al estrellato. ¿Y el lagarto hipotético? Ah claro, es una peculiar versión del gato de Schrödinger: un acto de fe. Considero que en esta incursión de Moore en la literatura, aprueba con calificación sobresaliente, aunque por lo breve del relato hay ciertos aspectos que no logran desarrollarse a cabalidad. La ambientación es muy buena, con ese aire victoriano que caracteriza a muchas de sus novelas gráficas, y una dosis precisa de fantasía para brindar una grata experiencia al lector. No se dejen engañar por la portada, que se diría pertenece a un cuento para niños.

Rara, sugerente, enigmática y llena de vacíos preciosos. Tremendamente bien escrita, mi primer relato de Moore lejos del cómic. Sin duda no será el último.

Cuenta la vida de Som Som, una chica que vive en un prostíbulo muy peculiar. Ella es capaz de ver y oír, pero no de hablar, lo que la vuelve una perfecta tumba de secretos. En el libro seguimos las vidas de Som Som, pero también de Rawra Chin, una travesti muy cotizada y querida por todos, quien es la real protagonista de esta historia. Me gustó el mundo que creó y el lugar donde viven. Me encantaron los personajes, en especial Rawra Chin. Sí siento que intentó abarcar mucho en muy pocas páginas, por lo que sólo tienes una pincelada de cada cosa sin que se profundice en nada, realmente. Pero de todas formas es Alan Moore y, al menos a mí, no me decepcionó.