El laberinto de la felicidad es el primer título de la colección dirigida por Álex Rovira. Es un relato breve, pero inspirador, conmovedor y para todos los públicos, fácil de leer pero no exento de profundidad, ameno, divertido y tierno. La crisis de valores éticos, la cultura fast, la falta de espacio y tiempo para el diálogo, la casi nula introspección, el fuerte ritmo de vida o el estrés nos llevan muchas veces a olvidarnos de lo más importante: vivir y procurar encontrar un sentido a la vida. El laberinto de la felicidad trata de enseñarnos que llegar a encontrarse a uno mismo, llegar a aceptarse y conocerse son los pasos previos y necesarios para llegar a ser feliz. Parábola que nos recuerda tanto a El mago de Oz como a Alicia en el País de las Maravillas y a El principito, nos cuenta el viaje de la protagonista por el laberinto hasta que llega tras diversas etapas y paradas a la salida, pues se ha encontrado a sí misma, se ha aceptado y ha decidido mostrarse tal y como es a los demás. En el centro de ti mismo está el final del viaje. Y primero has de llegar al centro tanto de ti como del laberinto para después salir del laberinto gracias a haber completado todas las etapas.
El astronauta supo entonces, por primera vez en su vida, qué era exactamente lo que quería: volver a casa y estar en la Tierra para llevar allí una vida simple y feliz. !Tuvo que viajar hasta la Luna para valorar algo que tenía tan cerca!
_! pués claro que soy de aquí!_dijo con acento ligeramente francés_.?De dónde si no? Cuando estoy aquí,soy de aquí. Cuando estoy allí, soy de allí. ! Qué pregunta más tonta!
_No te preocupes _ concluyó el ancisno_. Sabe oler los caminos que tienen corazón. Sabe ver lo esencial. Precisamente por eso es feliz y puede guiar a los demás.