El juez Armando Acosta es procesado por inducción a la prostitución. Abandonado por sus amigos, se ve obligado a pedirle a Paul Madriani, un viejo enemigo de los tribunales, que le ayude a salvar su carrera y su reputación. Aunque Paul rechaza las sùplicas de Acosta, una ironía del destino lo obligará a hacerse cargo de su defensa, enfrentándose al caso más complejo e intrigante de su carrera.