A medida que iba leyendo, viendo tantos sucesos en tan pocas páginas que finalmente sólo se grabaron en mi memoria unas pocas escenas, comprendí que debía imaginar este libro como si fuera de dibujos animados. Esa resolución que me hice a mi misma me dejó satisfecha hasta finalizar la lectura, pero siento que se me va a quedar el vacío de no haber visto una profundización en cada escena, y en el final. El final sí que lo sentí muy vago, sin ganas. Puedo agradecer, como mucho, la inclusión de los personajes secundarios con sus propios problemas en Zyl, realmente valoré ese cambio en el libro. Pero por lo demás, sí que prefiero más este libro que el primero, aunque agregaría más páginas para que el autor no sienta que tiene que contar esta linda historia tan resumida, y nos deje con ganas de más respuestas y menos dudas.