La obra gira en torno a un ejercicio intelectual que pretende relacionar todos los saberes de la humanidad. La vida del protagonista, el magister ludi Josef Knecht, maestro de una orden del futuro basada en la vida contemplativa, la meditación y en la sublimación del juego, es narrada desde su más tierna infancia; conocemos todos sus pasos por los diferentes escalafones de la orden, sus dudas, sus angustias, sus relaciones, sus escritos, toda su vida en contraposición con el mundo externo a la orden, donde vive uno de sus amigos de la infancia. «El juego de los abalorios» es el testimonio de toda una vida, crítica constructiva de nuestra época, utópico esbozo de un mundo por venir y, sobre todo, síntesis y armonización de saber y de fe; obra maestra que, pese a revestir cierta complejidad, consigue entretener, asombrar y seducir por la magia narrativa de un escritor que, a fuerza de talento y creatividad, constituye uno de los máximos referentes de la literatura alemana.
Durante varios años lo tuve como uno de mis libros de cabecera. Incluso después de haberlo leído, cuando estaba estresado o abrumado lo retomaba en una página al azar y lo leía como terapia. Siempre me maravilló la idea del juego, aunque nunca es explicado del todo, así como la vida ascética del magister Knecht y la foma en que fluye la narración. Unas bellas y entrañables páginas, llenas de magia, pero que no son para todo el mundo.
Un libro muy re c recomendable en su conjunto y especialmente las 3 narraciones anexas del final. El prólogo y los prejuicios respecto este libro me asustaron un poco, pero se le muy bien. Creo que ha envejecido muy bien y que vale mucho la pena leerlo. Me fue muy bien haber leído antes Narciso y Goldmundo. Requeriría de una futura segunda lectura para comprender mejor su profundidad. Esta colmado de joyería literaria y de sabiduría. No le gustará a todo el mundo, sólo al que sienta su mensaje como algo enriquecedor. A algunos los puede abrumar o parecer tedioso, aunque no lo sea.