EL JARDINERO FIEL

Justin Quayle es el detective menos pensado. Un hombre pacífico, aficionado a la jardinería y diplomático destinado en la embajada británica de Nairobi a quien la vida golpea brutalmente al enterarse de la muerte brutal de su esposa. Su necesidad de descubrir las circunstancias de este crimen lo llevan a desenterrar secretos guardados por grandes intereses políticos y económicos. Un thriller atrapante y conmovedor que desafía a cada página todas las hipótesis que podamos hacer como lectores ávidos de verdad.

Buena historia, parece muy real. De lo poco que me enganchó de Le Carré

Es habitual leer  que la  preocupación de la industria farmacéutica es “la salud de los pacientes”,  cuando la verdad es todo lo contrario, ellos velan más bien por “los intereses económicos” de la empresa y de sus accionistas. Y ellos son los principales responsables de la situación siguiente: "Cada año las enfermedades infecciosas matan a 14 millones de personas en los países menos desarrollados, lo que equivale a 30.000 muertes diarias. En África, las enfermedades infecciosas y parasitarias representan el 60% de las muertes". Y esta novela se basó en unos ensayos ilegales realizados en niños nigerianos en el año1996 contra la tuberculosis, que no dieron los resultados esperados, más bien estában poniendo en riesgo la salud y vida de muchas personas. Lo que puso nuevamente en tela de juicio el trabajo de las compañías farmacéuticas, a las que consideram como unos viles traficantes de armas. Así es como destrozaron África y como expian sus culpas. Y debo reconocer que la novela ha sabido combinar todos los ingredientes para construir un dura acusación contra la industria farmacéutica difícil de desmontar. Una novela que narra la conmovedora historia de Justin Quayle, un diplomático inglés, aficionado a la jardineria y sin saber se vuelve en un investigador policial, ya que emprendió su propia búsqueda de la verdad y que en un gesto de nobleza que lo pinta de cuerpo entero, decide quitarse la vida en el mismo lugar remoto donde su esposa encontró una trágica muerte. Tessa era una mujer joven, inteligente, apasionada, guapa, de un corazón enorme, activista de una ONG en África, que fue asesinada cuando intentaba revelar las turbias maniobras de una empresa farmacéutica en Kenia. Donde los controles sanitarios eran menos exhaustivos y en los que la corrupción existente permitía estos experimentos. Ella solamente quería que detuvieran las pruebas médicas y que rediseñaran la maldita droga. Pero eso conllevaría un retraso de varios años, millones de dólares en inversión. El  informe era demasiado perjudicial y había que detenerla. Por eso la asesinaron.

Ésta es la historia de Justin Quayle, un diplomático británico aficionado a la jardinería, que tras darse por enterado de la noticia del asesinato de su joven mujer, se otorga a sí mismo la misión de descubrir los porqués, los profundos recovecos y las verdades que alberga su desafortunada muerte. En el curso de los acontecimientos, Justin se verá envuelto entre mentiras, traiciones, descubrimientos, información, etc., donde John Le Carré aprovecha para hacer una notable crítica a la cara oculta del capitalismo. Lo interesante que me parece la temática de la novela y la intriga por la que me vi envuelto los primeros capítulos, no se vio abastecida en el transcurso de los hechos. Demasiada y muy densa información, entre la que el relleno prima, acompañada por largos capítulos que no me instaron a leer más de dos al día. A pesar de todo, cabe destacar que la estructuración en ésta novela se hace presente, y los acontecimientos siguen su debido orden de manera tan correcta, que le aportan a la susodicha verosimilitud. El protagonista, Justin Quayle, es lo que considero que mejor elaborado está. Curioso pero prudente. Inocente pero despiadado. Realista pero inconformista. Chapó para Le Carré que ha sido capaz de elaborar un muy buen protagonista, a pesar de que no pueda decir lo mismo de los demás personajes. Algunos eran constantes y cumplían con su parte en la novela, pero otros por el contrario, aparecían en tres párrafos al inicio de la novela y al final adquirían un gran peso en la conclusión de la misma. El final me parece, al igual que el protagonista, de lo mejor de la novela. Es rotundo y firme, a mi parecer inesperado pero comprensible. Siempre está bien experimentar, por lo que no considero que ésta haya sido una mala lectura, pero sí que puedo afirmar que no soy afín hacia el estilo de escritura de John Le Carré y que si ésta novela no me ha enganchado, dudo que otra de él lo haga. Aunque bueno, quizá en un futuro me anime a leer otra de sus novelas y mi perspectiva cambie, quién sabe. Quiero aclarar dos cosas: 1 - Mi conciencia debatía entre ponerle 2.5 o 3 estrellas a ésta novela, finalmente me he decantado por las 3 estrellas ya que considero que siendo objetivo, quizá merezca hasta 3.5, pero dentro de la subjetividad que envuelve a las sensaciones de una lectura, he decidido ser algo objetivo y ponerle 3. 2 - El título realmente poco aporta, ya que la novela no gira en torno a que Justin Quayle sea un aficionado a la jardinería. Lo menciono porque quizá alguien piense que se va a tratar el heliotropismo o algo así. No. Únicamente se mencionan a las fresias y poco más. 11/07/2021

Gran libro, aparte de la emoción de la búsqueda de su mujer y de la crítica sobre lo que hacen las grandes empresas de en África es fantástico como se va enamorando de su mujer según va descubriendo datos que desconocía... Gran novela

Buenísima historia, trepidante y reveladora .

maravilloso libro, no pude parar de leerlo.

Fantástico el libro y fantástica la película. Cabe decir que John Le Carré es un escritor de novelas de espionaje (básicamente), género el cual a mi no me llama mucho la atención. Pero en esta novela se supera, me encantó.