En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el joven Stephen es enviado a la casa de verano de su familia, en Japón, para recuperarse de una tuberculosis. Allí descansará, nadará en las sanas aguas del mar y pintará bajo la brillante luz que baña la costa. Estará en un ambiente tranquilo y solitario hasta el encuentro con cuatro residentes locales: una hermosa joven japonesa y tres personas de edad más avanzada. Lo que surge a continuación es una narración, a un mismo tiempo, clásica y xtraordinariamente singular. El joven protagonista tendrá su propia aventura existencial, pero será el despliegue de la historia de Matsu, Sachi y Kenzo lo que atraerá la atención y lo que el lector recordará al terminar las páginas de este apasionante libro.