Una trama centrada en dos preocupaciones, la ética y la idea del destino como una línea en fuga. «En aquel momento sentí que algo estaba ocurriéndonos o, mejor dicho, que ya había ocurrido. De algún modo ya éramos otros.» Gran parte de estos cuentos giran en torno al cumplimiento de un destino que se repite y que suele prefigurar un enfrentamiento. A veces los protagonistas son los hombres, como en «El otro duelo» o «Guayaquil»; otras son sus armas: dos cuchillos que se buscan largamente hasta por fin encontrarse y pelear. También puede ocurrir, como en «Historia de Rosendo Juárez», que en ese enfrentamiento uno se convierta en espejo del otro, uno sea él mismo y su enemigo. O que, como le sucede a Brodie, el otro le produzca horror y fascinación. Once relatos en los que el autor dice haber encontrado su verdadera voz: «La ya avanzada edad me ha enseñado la resignación de ser Borges».Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986) es uno de los mayores escritores de habla hispana. Publicó libros de poesía, ensayo y cuentos, por los cuales ha obtenido renombre en todo el mundo. Recibió distinciones de universidades y gobiernos extranjeros y numerosos premios, entre los que se destaca el Cervantes en 1980.
Año de publicación:1970
Borges publicó este libro, en 1970 a modo de testamento. Se sabía viejo y famoso, por eso necesitaba poner en obra su legado. Lo que no sabía era que iba a escribir durante quince años más. En los cuentos que conforman este libro, los temas borgeanos aparecen todos, y dan la sensación de "pegar la vuelta". En "Historia de Rosendo Juarez" lo hace de manera directa, revelada. Su imagen polémica se plantea desde el prólogo, donde se planta frente a la cuestión de la realidad latinoamericana y los relatos que se escribían en ese momento. La cuestión identitaria, la religiosa, las traiciones, todas aparecen asociadas a personajes que, si bien no conocemos, nos llevan al mundo del autor. No duden en entrarle si lo tienen a la mano. ´Si no leyeron nada del "Cieguito Volador", es una excelente puerta de entrada. No van a arrepentirse. Borges nunca falla.
Borges es inagotable. Muy buen libro, especialmente recomendables "La historia de Rosendo Juárez" (la versión personal del personaje de "El hombre de la esquina rosada" que aparece en Historia Universal de la Infamia), "La intrusa" y "El otro duelo"
En "El Informe de Brodie" Borges presenta una serie de cuentos breves. Como él mismo lo indica no se propone "persuadir", sino distraer o conmover. Aunque por supuesto, él jamás escapa a quién es y cómo piensa (en materia política). Es un Borges de poco más de 70 años, dándose permiso para emular a ciertos escritores y criticar a otros, ironía que se extiende a los críticos a los que se adelanta, mencionando lo que de esta obra puede ser criticado por los mismos. Cada cuento es para profundizar pues más allá del relato en sí, hay tantos detalles que abren otras puertas no exploradas. En cada uno se revelan (además de imágenes, colores, climas) reflexiones dignas de ser recuperadas y repensadas. Recomendado cien por ciento. Me atrevo a decir que no solo puede distraer o conmover -tal como él enuncia en su introducción- sino que hay mucho más que eso. En Borges siempre hay un más allá de la superficie, siempre.
Si se quiere, es el más realista y menos enciplopédicos de los libros de Borges. Aún así, impresionante. Historias que vagan entre los personajes y que siempre están yendo un poco más allá de lo real. Por el prólogo, parece un libro de vejez donde evidentemente se nota una sencilla pausa y cierta parsimonía nada barroca, pero con buen ritmo. Hay cuentos precisos para iniciarse en Borges y, como siempre, frases memorables.
Este cuento no es solo exquisito, sino también es estimulante para todo aquél curioso que desee expandir sus filiaciones literarias. En mi caso me influyó de tal manera que escribí un cuento de ciencia ficción que fue premiado. De más está decir que aprendí mucho de él.
Un libro que es muy diferente a los anteriores escritos por Borges. Resultan ser cuentos que no están llenos de metafísica, tiempo, infinito, muerte, que eran temas que atraían a Borges. Resulta ser más bien de relatos cercanos a la realidad y dónde se analiza lo ético como el caso de indigno o la intrusa.
Pero en cuanto a relatos se refiere, sin dudas que sin comparten el amor por los barrios perdidos en el tiempo, conservados solo en la memoria –que no los ha conocido pero que los intuye, los imagina, los moldea- y en los escritos, en aquel Buenos Aires de matones en las esquinas, apoyados en faroles o fumando en grupos, hacia el ocaso, bajo la penumbra, quienes idealicen y agreguen una pincelada romántica a las calles, a los patios ajedrezados, blancos y negros, con aljibes, a los zaguanes, las rejas con jazmines, las puertas cancel, a las mesas domingueras bajo las parras que filtran fragmentos de sol en los manteles mientras se chupa el mate, quién imagine una joda, una farra en algún conventillo, donde se rasca la guitarra y en donde el puñal sediento se afloja con rapidez, este libro, o tal vez la sumatoria de todos los libros de Borges, sean de su agrado.
Una diferencia clara y a propósito distinguen los once relatos -de nivel extraordinario- de este tomo, con los a veces incómodos aunque, y tal vez por esa misma razón, atractivos de "El Aleph" o los de "Ficciones", libros que no he tenido la suerte de completarlos y los cuáles solo he leído parcialmente, de "El informe de Brodie"; la vuelta a los temas más comunes, a la identidad de Buenos Aires, dejando de lado, aunque no totalmente, el elemento fantástico. El estilo directo, mucho más sintético y eficaz que el empleado en sus anteriores libros de relatos, aborda temas criollos, volviendo de esta manera al, si cabe, realismo, dejando de lado las constantes menciones, sea en poemas o en prosa o en ensayos, del tiempo recto o del tiempo cíclico, del río de Heráclito (que vendría a ser lo mismo; ese tiempo fugaz, lineal, sin principio ni fin), de los espejos y sus juegos matemáticos de horrorosas repeticiones infinitas, de los laberintos (otra forma de espejos enfrentados, de reflejos inciertos), de la literatura, de las espadas y de las clepsidras, y del Islam. Cada relato es un perfecto ejemplo de poder narrativo, de una notable capacidad de concentrar en pocas líneas, mucha acción, muchos acontecimientos, manteniendo sin embargo, ese estilo inconfundible de Borges. La economía de palabras, la reducción de digresiones, confieren a los relatos agilidad y fluidez. Se nota mucho la influencia en los cuentos contenidos en "El informe de Brodie" del poco conocido y maravilloso escritor francés Marcel Schwob, quién en sus formidables "Vidas imaginarias" cuenta mucho en pocos párrafos, aunque con la diferencia y siempre marcando de esta manera el estilo y la esencia de cada uno, de que Schwob recurre a breves aunque deslumbrantes destellos poéticos; Borges, en cambio, apela a una narración sin descripciones o al menos las necesarias, para llevara acabo la historia. Los relatos, que he disfrutado muchísimo, tienen una fuerza emocional a pesar del estilo en que son narrados, muy marcado. "La intrusa" es un cuento brutal. Tan bestial de puro real que nos indigna y asquea. Recuerdo que me dije para mis adentros "y pensar que esto pasaba en el mundo-y sigue pasando- hace tan solo unos sesenta o setenta años. Ahora entiendo más la liberación femenina y los derechos que reclaman y la violencia de género, etc.". Pocas páginas para un resultado muy satisfactorio y muy terrible. No menos gráfico y dramático es "El otro duelo". Dos gauchos que se tienen un odio incurable y que finalmente acuden a la guerra juntos son, luego, capturados por los vencedores y sometidos a una carrera. Aunque previamente serán degollados. De esta manera competirán y saciarán su odio y afán de competencia hasta el final. Hacen su aparición, en otros relatos, los elementos tan característicos del Buenos Aires antiguo: el de los cuchilleros, de los compadritos que paran en los almacenes de las esquinas, de los guapos y delincuentes, del tango y la guitarra, de los bailes, de la "farra", del puñal, del puñal como protagonista en el excelente cuento "El encuentro", donde dos puñales que conservan un odio legado por sus antiguos dueños -quienes se odiaban a su vez y se habían batido ya- y que duermen en una vitrina, impotentes, recelosos, uno al lado del otro, buscan la manera de "enfrentarse de nuevo" en un duelo, provocando una pelea entre dos invitados a un asado, en la quinta "Los laureles". Este relato, roza, a pesar del tono verídico y realista, lo fantástico, o lo sugiere como una hipótesis, al menos. En dos relatos he adivinado, más que en los otros, y los cuáles resultan un poco más laberínticos, pero solo un poco, el influjo mencionado de Marcel Schwob. Me refiero a "El duelo" y a "Guayaquil". "El evangelio según Marcos" es un cuento inquietante y en cierto modo macabro e igualmente que los anteriores, más que interesante. Creo que si tuviera que recomendar a quién no guste de Borges un libro, sería este. Aunque podría, también, sugerir la lectura del primer libro de poemas que escribió, hacia el año 1923, creo, y que es "Fervor de Buenos Aires"; o bien los de las conferencias escritas: "Siete noches" o "Borges oral". (Sigue en otra mini reseña)
Frases del libro EL INFORME DE BRODIE