3° libro que leo de esta autora y, una vez más, compruebo su delicada pericia para convertir un hecho real en una pieza literaria. Y el mérito es doble porque este libro data de 2013, año en que poco se hablaba de la violencia de género y lejos estábamos del #NoEsNo. La protagonista relata en 1° persona el después del abuso, la revictimización de la cual es objeto por los funcionarios públicos y el largo camino para conseguir justicia. Es un texto breve que, como apéndice, trae una propuesta de trabajo para analizarlo en clase y dos artículos periodísticos sobre violencia sexual contra menores. Muy bueno!