Smiley y Karla, los dos brillantes espías de los dos lados de la Guerra Fría, se encuentran de nuevo
Se nota que el autor sabe de lo que escribe, no necesita grandes momentos, ni grandes acontecimientos para mantener la tensión ni par avanzar en la historia, los hechos ocurren por si solos, tranquilamente, despacio, como en la vida real. Los ingleses van a reconstruir la red de espionaje en Asia, partiendo de Hong Kong y recurren a un periodista con honor, pero... Espionaje del bueno, del de verdad, con pocos héroes y mucho antihéroe pululando por Asia. Por poner un pero he echado de menos a Karla.