Ruper Oaza es el hombre más fuerte del mundo. Cada domingo, en la plaza del pueblo, levanta una enorme piedra ante la multitud que allí se congrega. Pequeño y enclenque, Peyo está fascinado por la fuerza de Ruper Oaza y sueña con reemplazarlo algún día. Ruper acepta darle clases... ¡pero sin dejarle tocar nunca ni una piedra!