EL HOMBRE QUE CONFUNDIO A SU MUJER CON UN SOMBRERO

Debo agradecer a autores como Sacks por acercar estos mundos complejos y desconocidos a neófitos como yo. Escribir algo así como ciencia romántica o literatura desde la medicina, desde la neuropsicología en este caso, nos permite desde su lectura hacer un gran viaje de conocimiento. Lo mismo me ocurrió hace poco con “Somos polvo de estrellas” de José María Maza Sancho, quién intenta con éxito, creo yo, acercar lo complejo del origen del universo y de la vida, haciéndolo más entendible a gente de a pie como uno, y partícipe de un viaje fascinante. La otra motivación de leer este libro, aunque suena pretencioso, es poder compartir aunque sea un poquito, algunas de las materias en la asignatura correspondiente que ha estudiado mi hija Paulina, que está haciendo su internado en sexto año de medicina. Poder hablar con ella, por ejemplo, de “agnosia”, patología presente en uno de los 24 relatos y que da título al libro: “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, referido a un músico que sufre una agnosia visual. En nuestras conversaciones preliminares sobre el tema, me ha dicho que lo que está escrito y se describe en este libro, no ha cambiado mucho en la medicina actual. El doctor Sacks nos presenta con buen pulso literario a veinticuatro personas, (me niego a hablar de casos). En cada uno de ellos observa, explica, experimenta, busca mejorar al paciente aunque sea un poquito, se ilusiona y nos involucra en cada vivencia. Es verdad que hay cierta terminología científica y médica que no hace la lectura tan fluida, pero lo importante es que siempre se entiende el contexto y al final podemos zafar bien. Nos presenta a Madeleine por ejemplo, quién tenía sesenta años, ceguera congénita con parálisis cerebral. Estimulada, empezó a “modelar cabezas y figuras, y en un año era famosa en el lugar, como la Escultora Ciega de St. Benedict’s. Sus esculturas solían ser con rasgos sencillos pero reconocibles y con una energía notablemente expresiva. Para mí, para ella, para todos nosotros, esto era una experiencia profundamente conmovedora, una experiencia asombrosa, milagrosa casi. ¿Quién habría podido imaginar que las capacidades básicas de percepción, que normalmente se adquieren en los primeros meses de vida pero que no se habían adquirido en este caso, pudiesen adquirirse a los sesenta años? ¿Qué posibilidades maravillosas de aprendizaje tardío, y de aprendizaje de los impedidos, abría esto?. Y ¿quién podría haber soñado que aquella mujer ciega y paralítica, marginada, desactivada, excesivamente protegida toda la vida, guardase en su interior el germen de una sensibilidad artística asombrosa y florecería en una realidad extraña y bella, tras permanecer inactiva, malograda, durante sesenta años?” También, el autor marca la conexión con el mundo conocido y amigable de la literatura cuando dice de una paciente “Sentada allí, con un vestido claro, la expresión tranquila, una leve sonrisa, me hizo recordar de pronto a una joven heroína de Chejov (Irene, Anya, Sonia, Nina) vista contra el telón de fondo de un bosquecillo de cerezos chejoviano. Podría haber sido una joven cualquiera disfrutando de un bello día de primavera. Ésta era mi visión humana, frente a mi visión neurológica”. Y así, éste es un libro que nos amplía el campo de observación. Cuando mi esposa estaba embarazada de nuestra hija, por primera vez fui muy consciente de que había mujeres embarazadas que caminaban por las calles. Antes no las veía o las miraba sin el interés que merecen. Algo parecido sucede aquí. En mi campo de observación consciente podré captar mejor a personas con discapacidades neuropsicológicas. El primer paso es verlos, no ignorarlos. Y comprenderlos. Con un libro como éste, el doctor Sacks contribuye a construir una humanidad más consciente, solidaria y acogedora de la diferencia.

Es mas técnico de lo que había imaginado, pensé que me iba a encontrar con casos de lo más estrafalarios y que por tanto iba a resultar en un anecdotario entretenido, pero es más bien una revisión clínica de muchos casos puntuales. El libro está muy bien escrito pero no está pensado para un lector ocasional que se cruza con el y la sinopsis despierta su atención

El autor muestra, a través de su libro, algunas situaciones neuronales de personas que conllevan a que tengan que vivir situaciones muy particulares. El libro se encuentra dividido por capítulos en donde el autor nos muestra casos específicos derivados de lo que él llama: pérdidas o deficiencias; excesos; arrebatos; y “el mundo de los simples”. En cada capítulo muestra la historia particular de pacientes que tuvo que revisar, frente a los cuales se despliega un ejercicio médico para propiciar, en ocasiones, por su cura, o, al menos, para que el paciente pudiera aprender a convivir con su patología. Ciertamente son historias muy entretenidas que llevan al lector, cuando no es médico como yo, a que conozca un poco más sobre estos aspectos neuronales; sobre la importancia del cuidado de nuestro principal órgano funcional; sobre la tolerancia que debe tenerse con las personas que sufren esas patologías; sobre el agradecimiento por no sufrirlas y llegarlas a sufrir. El simple hecho de haber tenido la posibilidad de conocer sobre aspectos que no son comunes para nuestro entendimiento hace que haya valido la pena leer el libro. Ahora bien, se utilizan muchos conceptos técnicos que impiden al lector no conocedor perderse un poco en la lectura o no comprender el alcance de lo que se dice.

"El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" es un libro muy interesante. Donde son descritas afecciones neurológicas de personas de carne y hueso, con un estilo muy particular y sobre una base de tecnicismos médicos. La manera que aborda Oliver Sacks cada caso más allá del informe clínico. Resulta imposible no involucrarse a conocer más sobre el complejo mundo del cerebro y los procesos neuronales. El autismo, la pérdida de memoria, párkinson por citar algunos de los temas analizados en este gran libro que me ha dejado un gran aprendizaje. Aunque está recomendada para especialistas en medicina y psicología considero que puede ser leído por aquellos interesados en la identidad y la vida.

Yo soy médica, mi profesor de neurointensivismo me mando a leer dos Libros, este y la escafandra y la mariposa. Me encanto! Pero, soy médica. Si bien el autor explica los términos para que puede ser leído por todos los lectores no se si a los no médicos les interesará y estusiasmara tanto como a mí. Como referencia mi padre y mi madre, ambos abogados, lo leyeron y les encanto también. Es un libro fuera de lo común, ideal para cuando queres leer algo fresco y diferente. Sirve también para entender que en medicina 2 + 2 no es 4, que no tenemos respuesta para todo y que en particular en neurosciencias hay respuesta para poco y nada.

Es un libro muy interesante, nos cuenta 20 casos de pacientes suyos los cuales tienen lesiones en el hemisferio derecho del cerebro. El hemisferio izquierdo del cerebro es es el que controla nuestra parte analógica, el habla, las matemáticas... Y el hemisferio derecho es que controla lo más primitivo, identificación del entorno, de uno mismo... Por lo tanto las lesiones en este último hemisferio son más raras, más extrambotico y menos estudiadas....

Interesantes relatos sobre enfermedades mentales "raras". Muy ilustrativo sobre las malas pasadas que nos puede acarrear la mente y las pesadillas que pueden vivir los pacientes en sus mundos de locura.

Fue un libro que me leí por que nos dieron a elegir entre varios cuando daba filosofia en bachillerato, lo elegí ya que mi rama siempre habia sido la sanitaria. Sin duda un libro nuy característico donde nos cuentan diferentes casos que nos ayudan a ver el mundo de la neurología desde otra perspectiva. Sin duda lo recomiendo a todo aquel que le interese este "mundo".