Une lo útil y cotidiano con la matemática por medio de leyendas e historias nos enseña, de manera lógica y deductiva, cómo se resuelven los problemas que allí se exponen. Bagdad, siglo XIII: el pastor Beremiz Samir tiene la costumbre de contar los corderos, las hojas de los árboles, los cocos, los rebaños, y así se convierte sin saberlo en un gran calculador. Un día conoce a Salim, que impresionado por su habilidad para resolver los problemas matemáticos más complejos, se ofrece a presentarle ante el jeque. Y en un largo periplo el sabio pastor irá encontrándose con poetas, astrónomos, hombres poderosos, sabios, demostrando su conocimiento de los secretos de los números y la sencilla sabiduría que le ha convertido en un hombre feliz.
Para los amantes de los números y para aquellos que piensan que las matemáticas no están en todas partes, esta aventura muestra que por más que huyas los números siempre te encontrarán.
Muy interesante, sobretodo si te tiene un gusto por las matemáticas. Además nos muestra un personaje lleno de sabiduría que siempre busca soluciones a los problemas de la vida. Buena lectura
Me regalaron este libro cuando tenía 11 años. Lo leí en 3 o 4 veranos distintos. Siempre con las mismas ganas e ilusiones del primer día. Hermoso
La redacción es sencilla, aprendí muchos términos usualmente árabes y recordé algunas nociones de matemática que hace tiempo no estudiaba. Es un libro que catalogaría más de relatos que de narrativa literaria.
La historia fantástica de Beremiz que a lo largo de distintas jornadas explica distintos ejercicios de lógica y matemática, usando no solo los números, sino ayudándose de la historia y la poesía para hacer de sus enseñanzas algo más didáctico . Además de explorar la cultura árabe, destaca varios elementos referentes a los números, la geometría, la astronomía a través de otras culturas que como la griega, egipcia, hindú, entre otras, contribuyeron al desarrollo de la ciencias matemáticas, la cual hoy día sigue siendo relevante en el desarrollo del ser humano y de su entorno. Hay que leerlo como un cuento, entendiendo que entre todo lo fantástico hay enseñanzas valiosas. Lo único que lamento de la versión que leí fue la edición, venía con varios errores ortográficos y de traducción que empañan un poco la lectura fluida.
Mi padre me lo regaló cuando tenía ocho y, desde entonces, lo he leído infinitas veces. Cuando era más chica, me costaba mucho entender los problemas matemáticos y no disfrutaba completamente el libro, pero a medida que crecí lo comprendí todo completamente. Los problemas no son de gran dificultad, pero son extremadamente curiosos y originales. Es libro genial y para mi tiene un significado muy importante ya que fue el que hizo que me adentrara en la matemática y descubriera mi gusto por ella. Le recomendaría a todas las personas que lean este libro, es totalemente magnífico.
Cada, ave, con las alas extendidas, es un libro de dos hojas abierto en el cielo. Es un gran crimen robar o destruir esa pequeña biblioteca de Dios
Que tu sabiduría no sea humillación para tu prójimo. Guarda el dominio de ti mismo y nunca te abandones a la cólera. Si esperas la paz definitiva, sonríe al destino que te hiere; no hieras a nadie.
El apasionamiento es para nosotros, lo que el color del vidrio para los ojos. Si alguien nos agrada, todo lo aplaudimos y disculpamos; si, por el contrario nos molesta, todo lo condenamos o interpretamos de modo desfavorable.
Observando, señora, a las tribus salvajes y la forma de actuar de los niños, es obvio que los dedos son la base de nuestro sistema numérico.
El peor sabio es aquel que frecuenta a los ricos; el mayor rico es aquel que frecuenta a los sabios.
Las palabras cabalísticas me dejan indiferente; no creo en el poder oculto de las letras ni en la fuerza misteriosa de los símbolos humanos.