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Sinopsis de EL HOMBRE EN EL CASTILLO

Un mundo alternativo en el cual el Eje ha derrotado a los Aliados en la segunda guerra mundial y los Estados Unidos han sido invadidos y divididos entre los vencedores. Mientras los nazis se han anexionado la costa atlántica, donde han instaurado un régimen de terror, la costa pacífica permanece en manos japonesas. En esta América invadida, los nativos son ciudadanos de segunda clase a pesar de que su cultura es admirada por los vencedores, hasta el punto de que uno de los mejores negocios es la venta de auténticas antigüedades americanas, como relojes de Mickey Mouse o chapas de Coca-Cola.

35 reseñas sobre el libro EL HOMBRE EN EL CASTILLO

Milo me acompaña mientras termino El Hombre en el Castillo; con su maullido leve parece opinar sobre los párrafos que le leo, seguramente también le gustan las ucronías. La presencia del gato es un estímulo para asimilar por completo el libro; su mirada tranquila y profunda, su cuerpo elástico, reluciente, cargado de energía, llenan la sala de vibraciones eléctricas y relajantes. Como si pudiera entenderme, le cuento que, según el libro, los alemanes y los japoneses ganaron la segunda guerra mundial, pero que este punto Jonbar, si bien cambia de manera definitiva el mapa geopolítico del mundo, no altera el destino de la humanidad: existe una guerra no declarada entre los dos imperios que hace pender de un hilo la supervivencia de la especie. La globalización comercial, el flujo asesino de los grandes capitales, el crecimiento de la industria y la dependencia humana de la tecnología siguen allí; las personas están igual de cosificadas, explotadas y embrutecidas; dos regímenes totalitarios se han repartido el mundo, sus tiranías no necesitan la ilusión de la democracia para someter a la gente, la reprimen pura y simplemente mediante la violencia institucional. Los estados dependen de la propaganda y de los organismos de inteligencia para mantener el control social. Tanto en el primer mundo como en América Latina, África, Europa y buena parte de Asia, los gobiernos de las súper potencias han construido infiernos muy similares a los nuestros. No importa qué bloque de poder gobierne el mundo ni en qué línea de tiempo lo haga: el ser humano está siempre en una cuenta regresiva hacia la extinción, como en la vieja canción de Megadeth. Milo me mira atentamente con sus ojos verdes llenos de extrañeza, parece que comparte mis preocupaciones. Le digo que ojalá podamos escribir una novela como esta algún día, nuestra propia versión de La Langosta se ha posado, otra vuelta de tuerca para crear una secuencia alterna del tiempo, basándonos precisamente en su argumento. Sigo especulando y le digo: Nuestro relato también sería dictado por el I Ching. Los alemanes perderían la guerra igual que siempre; América Latina sería la despensa de Estados Unidos, el patio trasero que ya es ahora; reelegiríamos a Uribe por tercera vez consecutiva en 2014 y la seguridad democrática acabaría con la libertad y los derechos fundamentales en este país; una nueva asamblea constituyente convocada en 2018 por el presidente eterno, nos llevaría hacia un modelo de estado totalitario con la loca aspiración de recrear la Gran Colombia. Se desataría la guerra con los países vecinos y todo acabaría con la intervención militar de Estados Unidos y Rusia en defensa de sus respectivas colonias comerciales. Les habríamos dado el pretexto ideal para declarar la tercera guerra mundial y repartirse a discreción la América del Sur y sus preciosos recursos naturales. Llegado el año 2028, después de una década de conflicto y muerte, no haría falta que una pandemia venga a diezmarnos como moscas, el tan esperado holocausto nuclear por fin nos borraría del mapa y de la ecuación de la vida, en beneficio del planeta entero. Milo no es capaz de seguirme la corriente durante más de diez minutos, bosteza, enrosca la cola entorno a su cuerpo y se queda dormido. Él sabe que Philip K. Dick tenía razón: la humanidad no tiene remedio. Somos la única especie que se auto depreda con semejante voracidad; así que para él no es difícil imaginar, en un futuro no muy lejano, un mundo dominado por los gatos; nada es imposible cuando se escribe en las páginas del libro de las mutaciones.


Interesante libro distópico donde los nazis ganaron la guerra y se expandió por el mundo entero. Juega mucho con referencias de la cultura china y japonesa como aliados del eje y es muy enriquecedor conocer muchos aspectos desconocidos de su carácter aunque en determinados momentos se hace bastante confuso. En líneas generales está muy bien.


No me atrapo. No me atrevo a decir que sea un libro malo puesto que esta entre los más mencionados en Ciencia Ficción pero, simplemente la historia me pareció muy enrredada, no trata de una sola personas si no de varias en distintas situaciones y posiciones sociales; toda la narrativa, diálogos y escenarios me aburrieron mucho. Para los que no sepan de que va el libro, pueden tomar por premisa la pregunta “¿Qué hubiera pasado si los nazis hubieran ganado la guerra?”


Creo recordar que es una de las primeras ucronias en publicarse,tiene un punto de partida interesante, pero luego el autor lo desaprovecha en subtramas algo confusas que le restan calidad y encima el final es demasiado abrupto


En esta ucronía donde Alemania y Japón han ganado la 2ª GM, Phillip K Dick nos muestra como sería el mundo en los años 60, que es la misma época de escritura de la novela. Si fuera una canción diria que la música es perfecta pero la letra no se acaba de ajustar.La novela es perfecta en cuanto a la descripción de como sería ese mundo, con una Alemania mucho más avanzada que Japón en todo lo que hace referencia a la ciencia, técnica, etc. En cambio, los Japoneses tienen vidas mucho más austeras regidas por la espiritualidad oriental donde sobresale la constante consulta al libro del Oraculo para que les diga que deben hacer. Y la forma como lo hace es excelente, utilizando todo tipo de recursos narrativos para crear este marco donde pasa la historia, sin que tenga que ser todo relatos descriptivos.En cambio las historias de los tres personajes son más flojas y endebles, y seguramente lo más flojo del libro es como finalizan las mismas, dando la impresión de que la historia ha quedado un poco incompleta.No obstante es un claro ejemplo de libro de Phillip K Dick con algunas de sus más recurrentes obsesiones presentes en todas las páginas, autoritarismo, espiritualidad, viajar al espacio, drogas ( en este caso presentados como medicamentos), etc ...


Una novela de un futuro distópico que relata un final histórico alternativo de la Segunda Guerra Mundial. Alemania domina toda Europa y Japón a colonizado Estados Unidos. Pero en un Castillo alguien esta escribiendo un libro que cuenta que en realidad la Guerra la ganaron los Aliados, que Rusia ingreso primero a Berlín... Una novela conceptual o no-empírica. Excelente. [La serie que se hizo basada en el libro es "medio pelo"]


Una historia interesante, un mundo alternativo que podría haber sido realidad. Me pareció un poco pesada la historia de Tagomi, el final un poco brusco.


¿Cómo sería un mundo en que los nazis y sus aliados hubiesen ganado la II Guerra Mundial? "El hombre en el Castillo" nos muestra -a través de sus personajes y sus descripciones- una desconcertante realidad. Pero es también las historias de unos personajes que se hallan vinculados a una novela y al hombre que lo escribió. Cabe destacar la fluidez de la prosa que te atrapa desde un inicio así como los personajes que me han quedado marcado en mis recuerdos.


FRASES DEL LIBRO EL HOMBRE EN EL CASTILLO

Siempre te darán caza, si quieren hacerlo. Aún con el castillo, la cerca electrificada y todo lo demás.


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