EL HOBBIT

Mucho más que un cuento de hadas, un relato infantil o una novela ilusionante como algún experto se ha atrevido a catalogar (desde mi respeto) El hobbit es, para muchos, un libro de culto. Absolutamente más dinámica que, la por otra parte obra maestra El señor de los anillos, las aventuras de Bilbo, los trece enanos capitaneados por Thorin y Gandalf se precipitan a ritmo casi frenético, salvando una dificultad para adentrarse en una mayor. La busca de un tesoro y la liberación de un pueblo sometido bajo las alas del dragón Smaug se convertirá en más, mucho más, con la madre de todas las batallas del mundo épico. La batalla de los cinco ejércitos. Arañas, elfos, orcos, trasgos, criaturas aladas imposibles, un mágico mundo que letra a letra me eriza la piel, un manual de narrativa. Dardo, Bardo y la flecha negra, pueblos y bosques mágicos. Y por su puesto, Gandalf, y la brillante historia de bilbo y Gollum (un Gollum en plena forma por cierto) y el anillo que servirá de enlace entre las dos novelas de fantasía más inmensas jamás contadas. No, no es un cuento de niños (con todos mis respetos insisto) es una oda a la literatura denostada eso sí, por ciertos movimientos cultulares que rechazan la fantasía como gran elemento cultural que es y su riqueza literaria. Pero no podrán con Tolkien, su obra es y será siempre inmortal. Una joya. Un clásico y una obra maestra de la literatura. ¡He dicho!

Habiendo leído este libro hace toda una eternidad, puedo decir que me había gustado más que el señor de los anillos. Aunque mis razones eran meramente pueriles: me caía más simpático Bilbo que Frodo. Era divertido e ingenioso y me gustaba mucho la idea de que el eslabón mas "débil" de la cadena fuera el que la sostuviera. Además el encuentro con Gollum fue ÉPICO y valió por mil señores de los anillos todos juntos.Dicho esto, en otra reseña mencioné que el autor de fantasía es algo así como un Dios, ya que crea todo un mundo, muchas veces desde cero. Pero así como el escritor "fantástico" es creación en estado puro, el lector de fantasía es participe y co- creador, ya que al no tener referencias físicas reales de lo que lee, debe crear él mismo (obviamente de acuerdo a las pautas fijadas por el autor) una imagen mental de como son esas criaturas y mundos fantásticos. Es decir, yo nunca me crucé con un orco, por lo que debo imaginar y crear su aspecto en mi mente. Leer este genero es desarrollar la creatividad y la imaginación. Por eso me parece fundamental NUNCA ver la película antes de leer el libro. Porque si lo haces te quitaran una parte importante de tu proceso de lectura: tu derecho a imaginar tu propio Bilbo, tu propio Gollum, tu propio Smaug, tu propia comarca... Peter Jackson, serás muy buen director, pero me niego a que me impongas a Martin Freeman como Bilbo: ese es tu Bilbo. No el mío.No dejen que les quiten sus propios personajes y sus propias imágenes de los universos fantásticos. Tienen derecho a ellos.En fin, lean fantasía. Hace bien. Y gente: este genero no muere con Tolkien y J.K Rowling. Hay mucho más. Atrévanse.

Sí, yo también cometí el error de leer este libro pensando encontrar otra aventura de “ El señor de los anillos” pero me encontré otra cosa. Hace mucho tiempo que leí la trilogía y me gustó tanto que aún sabiendo que también estaba este libro me daba pereza leerlo por si me decepcionaba. No llevaba ¼ del libro cuando pensé que efectivamente me estaba decepcionando, no era lo que esperaba. Se me ocurrió buscar información de la biografía del autor, no lo suelo hacer pero desde ahora lo haré siempre, pues ahí empezó a cambiar mi percepción. Como curiosidad, descubrí que Tolkien quedó huérfano a los 12 años. Nadie de su familia quiso hacerse cargo de él y de su hermano menor, debido a que su madre había cambiado su religión al catolicismo 😡, así que fue criado por un sacerdote galés/andaluz que se llamaba Francisco Javier Morgan Osborne. Con él aprendió el idioma español y luego lo utilizó de base para uno de sus lenguajes inventados. "El Hobbit" fue publicado más de 15 años antes de que se publicara “El señor de los anillos” (y yo que creía que era como las típicas precuelas que se escriben después para aprovechar un éxito). En realidad es un cuento que Tolkien escribió para leer a sus hijos pequeños. Animado por las buenas críticas de algunos amigos, el autor se decidió a publicarlo. Tras el éxito, siguió escribiendo una secuela, pero esta vez destinada a un público más adulto y así surgió "El señor de los anillos". Con estos conocimientos, me dispuse a seguir leyendo el libro con el espíritu de una niña de 7 años a la que su padre le cuenta un cuento y así pude disfrutarlo mucho más. Me reencontré con Gollum, mi personaje favorito y con Gandalf, que siempre me pareció un pedante. 😅

Maravilloso, ilusionante, fantástico, mágico, tierno. Un genio Tolkien. Leer El Hobbit es volver a la infancia y soñar. Queda mucho por leer, pero sin duda estará entre mis favoritos de este año.

El Hobbit ha sido para mí una lectura refrescante, una ventana a nuevas experiencias lectoras que me han sacado de mi cómodo sillón, quizás en el proceso inverso: de libros más personales y profundos, que suelo leer, a este, más ligero y juvenil. Sin que esto signifique menoscabar el valor de esta historia fantástica, y el gran mérito que tiene J.R.R. Tolkien al crear de la nada, cual Dios, un mundo nuevo,con hobbits,elfos,trasgos,enanos, dragones, y un sinfin de personajes, expuestos en un mundo con múltiples paisajes naturales, y condiciones espectaculares, nos envuelve con sus descripciones y nos lleva, sea dicho, a todo ritmo, por su imaginario, en un libro de aventuras, muy disfrutable. Es justo reseñar que me costó entrar en la historia, no he sido de leer fantasía ( llegué medio empujado por alguna amiga de Alibrate) y me llevo tiempo, y páginas, entender que son historias para leer sin prejuicios, sin análisis, y abierto de mente para participar de un mundo, una historia, que el autor nos quiere contar, fruto de su imaginación, y que no tiene referentes reales, ni agarraderas......Y eso tiene mucho mérito. Me consta que hay sagas fantásticas muy buenas, pero no creo que me llegue para leer cuatro, cinco, o más libros de una misma historia. Pero si juro 🙏 por Bilbo Bolsón, que no volveré a prejuzgar un libro de fantasía, y para que conste a los efectos oportunos, firmo la presente reseña a día 11/03/2022.

Antes de iniciar con la reseña me gustaría comentarles mi experiencia con el señor J. R. R. Tolkien. Hace años, por allá del 2005, intenté leer los libros del Señor de los anillos; ya que las películas fueron todo un éxito y mi curiosidad pudo más y fui a la biblioteca de mi escuela y pedí prestado el primer libro de la trilogía. Mi gran sorpresa fue que no me gustó nada, se me hizo muy complicado avanzar y lo dejé de lado y opté por ver la película, la cual tampoco me gustó y la dejé a medias. Lo sé, merezco la horca por tal sacrilegio pero diré que fue inmadurez lectura, ya que años después llega a mis manos ésta joya, “El Hobbit” una historia que me envolvió en magia, aventura y cánticos de ensoñación. Cómo dice un dicho muy famoso “todo llega en el momento preciso” y así es, el 2020 es mi año para leer a este gran escritor. Creo ya me extendí demasiado, así que entremos en materia. A estas alturas sé que todos conocen la historia del hobbit pero a grandes rasgos intentaré decirles de que va. El escritor nos presenta a Bilbo Bolsón, un hobbit que por su naturaleza no sabe nada de aventuras, pero el destino lo llevará a embarcarse en una aventura épica con enanos, un mago, un dragón y mucho mucho oro, ya que el tesoro fue robado hace muchísimos años y la misión es encontrarlo pese a todo y todos. Veremos cómo nuestro emblemático protagonista descubrirá de que está hecho y aveces la naturaleza se equivoca, ya que, por más pequeño que seamos en nuestro espíritu siempre habrá espacio para la aventura. Lamento la pobreza de mi “reseña/resumen” pero el hobbit no necesita de mucha parafernalia para captar la atención del lector. Fue un hallazgo encontrarme con todos los personajes que nos presentan en la historia y que no nombraré porque sus nombres son más confusos que un trabalenguas y mi memoria es de corto alcance. Sin más, les digo que el hobbit es un viaje para transportarnos a tierras muy lejanas y sentirnos aventureros capaces de realizar cualesquier hazaña. Sin duda es un libro para disfrutar, se lee rápidamente y motiva, en mi caso, ha seguir leyendo a este gran maestro, el señor J. R. R. Tolkien.

Someter a esta obra maestra, como muchas otras, a la categoría de literatura infantil debería ser penado por la ley. No, ya, en serio, lo que escribió Tolkien es mucho más que una historia, es un ejemplo de cómo hacer buena literatura. Increíble la forma en cómo J. R. R. Tolkien se las ingenia para, en poco más de 280 páginas, contarte no una sino varias historias. Es épico. La invención de la tierra Media y de esos personajes entrañables. Comenzando por el buen Bilbo, el hobbit, que dicho sea de paso nada tiene que ver a mi sazón con la adaptación cinematográfica. No sé confunda, creo que es una buena película, pero si tiene el privilegio, yo no lo tuve, de leer primero el libro, no permita que le roben la imaginación de cada estructura de personaje. Gandalf, el mago gris, Thorim, el enano escudo de roble y sus 12 compañeros, Esrond, el padre elfo, trasgos, huargos, aguilas bestiales, el mismo Gollum y el hombre oso; todos y cada uno tiene características que solo la imaginación puede dotar de inmortalidad. La aventura sin fin, una tras otra, te atrapa en un recorrido fantástico e imposible. ¡Qué belleza leer obras como ésta! ¡Qué bueno estar vivo! Y, al mismo estilo de un hobbit, cómodo en mi sillón, con galletas y una bebida caliente en un día lluvioso leerlo. Leerlo hasta acabarlo.

¡Qué bonita historia! En mi vida suelo hacer las cosas al revés: en mi adolescencia y juventud leí muchos clásicos y ahora que ya no soy precisamente una jovencita ando leyendo mucha literatura infantil y juvenil y ¡cómo la he disfrutado! Uno de los motivos por los que me ocurrió esto es que creo que hay un prejuicio sobre esta literatura, a menudo veo que se la considera simple, predecible, fácil... He encontrado justo lo contrario: detrás de la literatura infantil y juvenil, de la literatura de fantasía hay grandes temas y preocupaciones. En "El hobbit" he encontrado un relato sobre la amistad, el valor, la bondad, la inteligencia. Un relato que se basa en la fórmula muy conocida del "viaje del héroe" dónde un personaje aparentemente simple se transforma y nos muestra que en el más simple de los seres habita la potencia de cosas tan maravillosas como terribles. Me he encariñado profundamente con muchos de los personajes, especialmente con el protagonista. Me he pasado unas horas magníficas leyendo, imaginando las escenas descritas por el autor, esperando qué más viene, riendo con las ocurrencias de algunos personajes. Ha sido una lectura maravillosa, fundamental para mí.