El heresiarca es un largo poema, plástico como lo mando a los canones de la escuela cubista, que desdeña lo sensual por lo pintoresco, presenta un panorama del hombre que se puede reír, ser menos serio sobre lo grato e hilarante, y tener sueños y esperanzas, centrarse por los pequeños problemas de la vida cotidiana, beber departiendo con los camaradas a la salud de la mujer que se ama, o los amigos, enamorarse locamente y cantar locamente a la belleza. De verdad un libro inconmensurable dentro de la poesía vanguardista del siglo XX.
De Apollinaire, me llega la frase de Kenzaburo Oé: “Mi hijo tiene la cabeza vendada como Apollinaire cuando fue herido en un campo de batalla. Mi hijo fue herido en un campo de batalla oscuro y silencioso que nunca he visto”. 🖤