Antes de que el viejo Hollywood quedase atrás, hacia 1970, la llamada capital cinematográfica del mundo era famosa por permitirse cuatro grandes vicios: el sexo, la bebida, las drogas y el divorcio. En todos esos años, muchas personalidades del starsystem han sucumbido a unas vidas extravagantes, a unas costumbres perjudiciales, a unos egos colosales, a unas resacas descomunales y unas actitudes idiosincráticas