EL FUNCIONAMIENTO GENERAL DEL MUNDO

En este libro todos son imperfectos, porque Sacheri te relata vida. Situaciones particulares que te suenan comunes. Un viaje en auto con un protagonista bastante inseguro, hacia la patagonia argentina. Un padre que no sabe ni hablar ni escuchar a sus hijos. Dos hijos tremendamente inteligentes que no saben comunicarse entre ellos ni con nadie. Ese es el contexto en que Federico cuenta su historia. Su juventud y el porque es tan importante este viaje. Me gusta mucho el narrador, una mezcla de testigo y protagonista omnisciente, que te revela cada detalle, cada pensamiento y sentimiento de los personajes. Se siente como si la conección fuera mas intima con la historia. El libro se intercala entre el viaje de Federico y sus hijos en la actualidad y flasback de Federico en su juventud. Y debo decir que mientras leía el viaje esparaba con ansias los recuerdos que, en mi opinión, son lo mejor del libro. Federico adulto me pareció un pelotudo (aunque le moleste a Muzopappa) La actualidad, el Federico adulto, con Candela y Joel, me recordo por momentos a Ser feliz era esto. Me dejo la sensación de que le falto algo.

Me gusta Sacheri pero no pude con este libro. Está en gran parte escrito en formato diálogo que se ve interrumpido constantemente por comentarios de dos adolescentes que se pelean entre ellos por bobadas……. Me cansan los libros cuya prosa es un diálogo constante. Perdón a los amantes de Sacheri, segundo libro de él que no me gusta. (“Ser feliz era esto” me pareció genial y “Lo mucho que te amé” me pareció malísimo 🤷🏻‍♀️).

En esta nueva novela, Sacheri, nos presenta un relato parecido a otros de su bibliografia, aunque igualmente entretenido.En esta entrega, tenemos a un padre que por situaciones de su juventud, arrastra a sus dos hijos en un viaje por toda la hermosa Patagonia Argentina.El relato esta en dos tiempos, a modo de flashbacks, el pasado donde conoceremos el porque del viaje, aqui veremos la infancia de Federico, sus interacciones en el colegio y el torneo que jugo junto a sus amigos, con situaciones de amistad, compañerismo y algunas sencillamente hilarantes que me causaron mucha gracias (algunas "tanganas" como se dice, al estilo Maradona en el Barcelona contra el Atletic Bilbao) otras mas tristes pero reales y que suelen suceder en la juventud de cada uno; y por otro lado el presente y sus difícil relación con sus dos hijos, fruto de un matrimonio extinto.Federico me hizo acordar al personaje de "Ser feliz era esto" otro de los libros del autor. Un personaje introvertido, a veces medio antipático, que no termina de caer 100% bien al lector. La relación de Federico con la profesora Muzzopapa me gustó mucho y la banda de amigos tiene escenas para el recuerdo.No es de los mejores libros del autor, pero se lee y se disfruta.

Sacheri tiene una capacidad especial para hacer paralelismos entre el fútbol y la vida. No es la primera vez ni será la última. Pero siempre atendiendo a la simpleza a la que solo llegan los que saben escribir. A eso le agregamos un paisaje bucólico patagónico, donde las pequeñas competencias son lo más importante de la vida de esas personas en los últimos rincones del mundo. Las pequeñas victorias, las pequeñas derrotas. Todo escrito de manera dulce y a la vez cruel. Muy buen libro de Sacheri. Otro más.

No es ni cerca el mejor libro de Sacheri, pero aún así me gustó. Para una persona que vive, y viajó, por esa Patagonia hinóspita y que es un amante del fútbol es imposible no ponerse en el lugar y revivir las experiencias que disfrutan y padecen los personajes de esta historia, y Sacheri hace que uno lo perciba. Se hace díficil no sentir los nervios, la alegría y la desazón de esos chicos al transitar la competencia de un torneo interdivisional de fútbol. Como no percibir la importancia (y el status que daban dentro del colegio) esas competencias. Como no ponerse en el lugar de uno de los protagonistas y dejarse llevar por esos sentimientos revolucionados del primer amor adolescente. Quizá adelante algo de la trama pero debo destacar que me sentí dentificado con el relato que hace del viaje y en especial de la experiencia en una estación de servicio perdida muy al sur de la Ruta 3. Viví igual situación yendo hacia Comodoro Rivadavia. También preguntamos lo de la tarjeta de débito. Tuvimos que usarle los ahorros a mi hija que después estaba preocupada porque creía que no teníamos más dinero. Me gustó la descripción de la noche en el hotel de Rio Colorado, ese olor a humedad, ese ladrido de perros que se multiplica. Lo percibí en algún viaje, y describe muy bien a muchos pueblos del interior del pais. Y también en la figura de la profesora Muzopappa se me representó el recuerdo de alguna docente que marcó mi adolescencia. Por lo menos a mí todo eso me produjo la lectura de este libro. En fin, escribiendo la reseña me doy cuenta que me gustó más de lo que pensé. Es que a mi me gustan las historias simples de gente común y eso es lo que cuenta, con su mano especial, Sacherien este libro. Quiza era para puntuarlo con un 7,5, pero por todo lo dicho le asigno medio punto más.

Me encanta como escribe Sacheri, esa capacidad tan suya de contar las historias con el lenguaje de la gente común. Esa capacidad de tomar historias comunes, personajes comunes y con el toque mágico de su escritura convertirlas en épicas. En esta nueva novela presenta dos de esas historias, que transcurren en diferentes épocas. La primera es una especie de road movie, en la que un padre y sus hijos irán reencontrando el afecto y la forma de comunicarse. La segunda, el campeonato de fútbol de un colegio secundario. Pero un campeonato especial donde iremos entendiendo las reglas del juego de fútbol pero, sobretodo, las reglas de juego de la vida. Con personajes entrañables que no se pueden dejar de querer. Sacheri se da el gusto también, de comparar el comportamiento y el lenguaje de las dos épocas. Una novela fantástica. Porqué entonces no le pongo 5 ⭐️? porque entiendo que a aquellos que no saben de fútbol y de potrero, el libro les puede resultar un poco aburrido o largo. Pero si lo mirán como una metáfora de la vida misma, disfrutarán del Golazo que Sacheri metió otra vez

Un libro muy largo para mi gusto. Demasiado. Por la extensión de la historia y la cantidad de páginas en blanco que tiene. Y como la calidad y la espesura del papel suman, además de largo, es pesado. Respecto a la trama, la novela cumple con lo enunciado en la sinopsis pero, no me atrapó, no me emocionó, no me sorprendió. Teniendo en cuenta que me saltée todas las páginas que hablan de fútbol (el 50 % del libro), tal vez se deba a eso. Tal vez ahí estaba lo emotivo, lo atrapante. Pero es que no me resulta emocionante, ni divertido, ni siquiera entretenido leer el relato de uno o de varios partidos de fútbol! En cuanto a los otros temas y aunque las comparaciones sean odiosas, no puedo no hacerlas: Rachel Joyce hace del peregrinaje de Harold Fry, una travesía ágil y emotiva; y Delphine De Vigan, en Las gratitudes, es breve y directa. Que pase el que sigue!

Es un libro hermoso, casi que se lee solo. Es a fuego lento, pero ágil. Cada mini capitulo descubris, entendes, vivis algo. Las charlas con los hijos, los conflictos, los dias del secundario, las charlas con la profe, todo te muestra como simples conversaciones, comentarios, ideas calan profundo en quien uno termina siendo. Como nos relacionamos, como no tenemos idea de todo lo que otro vive y vivió, como conocemos superficie. El funcionamiento del mundo, visto como un juego, en el futbol, en sociedad, en el secundario, en grupo o en un equipo...los sentidos, los por qué, la felicidad. Las cosas importantes. Vamos, la vida misma. Tramos donde no podes dejar de leer, capitulos hermosos y dialogos espectaculares. Ojala lo disfruten como yo. Sigan leyendo!