EL FILOSOFO-PERRO FRENTE AL SABIO PLATON

¡Busco a un verdadero hombre!; en resumidas cuentas así se sintetizaría la historia, en un coloquio de letras salidas de un vagabundo capaz de ruborizar a los grandes de Atenas y de maravillar a todos por su búsqueda de la vida simple, sin esfuerzo. Para Diogenes todo placer esta lleno de faltas a la vida, toda discreción, (hasta algo de moral creo) y todo esfuerzo nos vuelven en ¨hombres falsos¨ y aquel andrajoso se encarga de hacerlo escuchar y demostrar cada que alguien se ofusca en la sencillez de tal vida tan pestilente. Pero, en su entrenamiento por llegar a un estado total de conexión natural yerra en reconocer algo, es una clase de perro tan dócil, depende de los restos de los falsos, bebe del lugar hecho con manos de falsos y tiene un hogar en un lugar cimentado por falsos, él es tan falso como los demás (y creo que es una falta que en toda la historia Diogenes no piensa, ojo, yo lo aprecio de tal forma). Al tramo final, se desprende del fuego para la comida, y de la túnica, es inmediatamente después que muere. Aquel perro negó el hecho de su humanidad, la fragilidad de sus huesos y lo débil por si solo que es el cuerpo humano sin ropa, calor, hogar medicamentos, etc. El placer es algo inherente del humano (a mi parecer) y desprenderse de tal rasgo seria como apagar un cerebro que se ha formado para sentir placer hasta de lo mas insignificante y tonto de la vida. Esta fue la historia del hombre que murió en la búsqueda de ser un autentico perro.