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Sinopsis de EL FERROCARRIL SUBTERRÁNEO

En aquella plantación de Georgia, la vida de los esclavos era un infierno de vejaciones, castigos y muerte. Pero incluso entre los marginados hay marginados. Abandonada por su madre, Cora no solo ha de hacer frente a la crueldad sin límites del amo blanco, sino a la violencia de otros esclavos que desean su cuerpo o quieren arrebatarle la mísera parcela de tierra junto a su cabaña. Cuando Cesar, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte en busca de la libertad.

17 reseñas sobre el libro EL FERROCARRIL SUBTERRÁNEO

Abandoné este libro en marzo del año pasado con solo 100 páginas hasta el final. No estoy segura de si me arrepiento de ello. El ferrocarril subterráneo nos cuenta la historia de Cora, una muchacha negra que vive marginada en la plantación en la que trabaja. Decide fugarse, por petición de un compañero, en el ferrocarril subterráneo que, en teoría, existió y ayudó a muchos fugitivos negros a escapar de la esclavitud. Nació esclava y pasó por mucho para intentar conseguir la famosa libertad. Los horrores que sufre, desde una violación hasta perder a sus seres queridos, pasando por otros tantos trágicos sucesos más hacen ligeramente dura la lectura. Pero, al mismo tiempo, hacen que la novela se convierta en una lectura brillante, conmovedora y que no deja de impactarnos por lo que la comunidad africana tuvo que soportar (y sigue haciéndolo). Sin embargo, es cierto que la dejé a medias una vez. Y estuve a punto de hacerlo una segunda. Hay un capítulo ("Tennessee", se llamaba) que es especialmente pausado, incluso tedioso, en el que se describen paisajes y sucesos varios de este estado. Es más bien una reflexión, pero no tiene ninguna relación con el estilo del resto de la novela. Me cansó hasta decir basta el año pasado, y estos días atrás lo he conseguido continuar con un poco de esfuerzo. Aunque lo que venía antes y detrás de ello merecía la pena. Es una pedazo de historia. Me dejó sin palabras y me gusto muchísimo. Altamente recomendado.


En tiempos de la esclavitud norteamericana, en los estados sureños, la población negra vivía una existencia de humillación constante y maltratos que rayaban en el sadismo. Los amos buscaban la muerte de l@s castigad@s a la vez que inculcar el terror más profundo en todos aquellos que les sobrevivían y que eran obligados a presenciar los más crueles castigos. La única esperanza para algunos, los más osados, era escapar. Había que decidir entre una libertad incierta, en un mundo desconocido, o la muerte entre terribles torturas si los atrapaban. Entre afroamericanos libertos y abocionistas blancos se creó una red clandestina para ayudar a aquellos que escapaban y a la que bautizaron como el ferrocarril subterráneo, empleando de forma metafórica términos ferroviarios para evitar ser descubiertos. Gracias a Cora, la protagonista de la novela, sus vivencias como esclava y como ciudadana libre una vez que el gobierno compró su libertad, conoceremos detalles de la red que estuvo funcionando hasta el fin de la Guerra de Secesión. Esta etapa de una esclava huida en los Estados abolicionistas, me pareció realmente novedosa en la literatura y muy curiosa. No era oro todo lo que relucia y en muchos casos las comunidades negras libres sirvieron de experimentos sociales y científicos (no se les medicaba contra la sífilis, por ejemplo, para ver la evolución de la enfermedad). Esta novela recibió un premio Pulitzer merecidísimo. Sin duda, una de mis mejor lecturas este año que recomiendo encarecidamente.


EL FERROCARRIL SUBTERRANEO San Basilio De Palenque, a aproximadamente veinte kilómetros nací de este lugar. La pequeña África en Colombia. El último Palenque que existe hoy en el país. Al pensarlo detenidamente nunca pensé en este lugar como refugio de esclavos. Cada vez que podía iba con mis amigos, a las fiestas (en octubre celebran una fiesta tradicional). A comer dulces como, la alegría, enyucado, cocadas. Un Palenque es el sitio al que escapaban los negros esclavos de sus amos, de sus dueños. El nombre proviene del cercado que hacían con palos. Hoy ya no está cercado pero, si mantiene toda la cultura traída de África. De ellos heredamos los tambores, bailes como el mapale, sones como la cumbia, el bullerengue, y el son de negros. Como explican ellos mismos fueron traídos desde África por su resistencia, pues bien, los indígenas o indios como eran denominados enfermaba con facilidad y su aguante era poco, por lo que fue necesario mano de obra fuerte. Así que eran traídos desde el continente negro; con el tiempo desarrollaron una lengua propia que mezcla castellano, inglés, portugués, bantu y que hoy día aún se habla en Palenque. Llegar a Palenque supone, desde Cartagena unos sesenta kilómetros, desviar de la vía principal y adentrarse por un estrecho camino hasta que por fin se vislumbra el cementerio, que está a la entrada. Llegar a la plaza se encuentra la estatua de Benkos Bioho, primer negro que escapó, estableciendo el Palenque. Desde allí hacía incursiones en Cartagena para liberar a tantos como pudiera. Las mujeres trenzaban su cabello dibujando mapas y rutas de escape, también escondían semillas para sembrar en el territorio a donde iban. Y está es la historia de los negros esclavos, ser robados de su tierra, sufrir en una tierra extraña y luchar para ser libres. Escapando o muriendo en el intento. Cora (negra), del ferrocarril subterráneo, decide escapar de su amo, ganar su libertad pero, no será nada sencillo. Quienes no son sus amos también la consideran esclava e inferior por lo que, debe escapar de todos. No sin hallar aliados. Por último sólo quisiera agregar, a modo de explicación o aclaración, que la palabra negro no es usada aquí de forma peyorativa, todo lo contrario. Pues bien, al decir negro me incluyo, es el color de mi piel. Y como se dice: no es importante lo que te digan, si no como te lo dicen.


Esta historia es desgarradora, se te mete dentro y te araña las entrañas. Cualquiera un un mínimo de sensibilidad no puede evitar arrugar la cara ante cada abuso y castigo que sufren los personajes de la novela de Colson. Después de capturar a un grupo de africanos en su país natal y venderlos en varias subastas, la familia de Cora, la protagonista, acaba en Georgia en una plantación de algodón. Allí y a lo largo de su huida, vivirá bajo el yugo de su amo, viviendo verdaderas atrocidades, golpes, violación, cautiverio, latigazos, palizas, etc. Pero no se rendirá. El ferrocarril subterráneo estará ahí para ayudarla, junto a otros personajes, negros y blancos abolicionistas. No he llegado a emocionarme, la prosa de Whitehead es sencilla, fácil de leer, dura en sus afirmaciones, pero la forma en que está escrita la novela particularmente no me ha encantado (como digo, es algo particular, la novela ha recibido un Pulitzer y ya ha recibido un segundo por otra novela de temática similar que seguramente también lea). Es una historia que te indigna en cada párrafo, repugnante como tantas PERSONAS en nuestro planeta han sufrido tanto y siguen sufriendo en algunas partes del mundo por el color de su piel. Barry Jenkins, director de Moonlight, ha hecho una adaptación de la novela para la pequeña pantalla de 11 capítulos en Amazon prime. Sé que voy a llorar mucho, pero tengo que verla. PD. Tengo a un nuevo personaje literario al que mataría: Ridgeway.


Mezclando fantasía y realidad se nos muestra una América alternativa en la época de la esclavitud la historia de una esclava fugada que recorre varios estados huyendo de la esclavitud, en cada de esos estados, se trata el tema de la esclavitud de diversas formas y maneras, pero sobre todo se refleja la angustia y el sufrimiento de los que la sufren, el cazador de esclavos Ridway un personaje tan malvado como carismático. Me ha gustado más que la serie que inspiró este libro, está todo en mejor explicado que en la serie.


Una novela dura sobre la esclavitud, te mantiene despierta de principio a fin. Nos habla de la lucha y las ganas de vivir pese a todo lo malo que les ocurría. La esperanza de que había algo mejor. Sin duda te deja mucho en qué meditar. El capítulo de Mabel me destrozó. Tienen que leerlo


No conocía a Colson W. hasta que leí que había ganado dos Pulitzer casi consecutivos (2017 por esta novela y 2020, por Los chicos de la Nickel), cosa muy poco habitual, y me animé a "probar". La experiencia ha merecido la pena con creces. Novela dura, de poner en muchas ocasiones la carne de gallina ante tanta atrocidad que se cometió con los esclavos africanos que eran transportados a EEUU para recolectar algodón, sobre todo en el sur del país. Pese a esa crudeza, la narración tiene una armonía que te hace seguir el relato con interés, aunque a menudo con el corazón encogido. Confrontaciones entre esclavistas y abolicionistas, en las que, como es habitual, suelen ganar los más violentos. En unos días "atacaré" Los chicos de la Nickel, a ver si me produce la misma satisfacción.


No conocía al autor. Lo compré porque había recibido el Pulitzer por este libro. Pero no me decidía a leerlo. Descubrí un excelente libro. La descripción de los vejámenes que sufrían los esclavos, narrados a través de la fuga de Cora. La "representación" de la red clandestina que los ayudaba a escapar hacia tierras libres. Todo muy bien narrado. A pesar de lo duro de la temática, te lleva a querer seguir leyendo. Voy a buscar "Los chicos de la Nikel", con el que el autor ganó su segundo Pulitzer en el 2020.


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FRASES DEL LIBRO EL FERROCARRIL SUBTERRÁNEO

Hoy podría ser su cumpleaños. ¿Qué ganabas con eso, con saber que día habías llegado al mundo de los blancos? No parecía algo digno de recordarse. Más bien de olvidarlo.


Publicado porMonteAquino

Una brisa le acarició la cara. Cora se bebió el aire como si fuera agua, el cielo nocturno le pareció el mejor manjar de su vida, las estrellas le supieron maduras y suculentas después de tanto tiempo bajo tierra.


Publicado porMonteAquino

Entonces, siempre, llegaba: el grito del capataz, la llamada al trabajo, la sombra del amo, el recordatorio de que la esclava solo es ser humano un minúsculo instante en la eternidad de su servidumbre.


Publicado porSitaBelen

Solo los niños podrían beneficiarse plenamente de sus sueños. Si los blancos se lo permitían.


Publicado porSitaBelen

¿Qué clase de llamada era perseguir negros que apenas tenían la inteligencia de un perro?


Publicado porSitaBelen

Una cosa tenía el sur: a la hora de matar negros, no se andaban con chiquitas.


Publicado porSitaBelen