Una novela policiaca que se ocupa de la dualidad de la naturaleza humana. Localizada en el corazón de un Londres victoriano, la novela viene a ser una sucesión de testimonios procedentes de varios testigos cuyo presunto fin es desvelar un misterio. Jekyll y Hyde son como una entidad disociada en dos. Hyde es la personalidad demoníaca, monstruosa de Jekyll, al que horrorizan las acciones de su doble maligno, y simboliza el mal que Jekyll se reprime a sí mismo, el cual, una vez liberado, no puede controlar.
Una novela entretenida, bastante crítica en el aspecto dual del ser humano. La trama del libro es buena. Lo que no me gustó fue el final, o más bien la forma en la que se plantea, a mí parecer habría funcionado mejor un final más conciso, pero eso no le quita su encanto.
A primera vista, un libro pequeño y de rápida lectura pero con una gran carga de crítica social acerca de la sociedad, sus excesos y su hipocresía. Un análisis intenso sobre el origen del bien y del mal y el delicado hilo que divide esta dualidad. Recomiendo leerlo varias veces ya que a cada lectura podemos encontrarle múltiples interpretaciones.