EL ERIZO Y LA ZORRA

Isaiah Berlín es un gladiador de la libertad además de un ensayista exquisito. "El erizo y la zorra" es un libro extraño e inclasificable. Buceando en la mente de Tolstoi y lanzado desde una conocida fábula del poeta griego Arquíloco ("Muchas cosas sabe la zorra, pero el erizo sabe una sola, y grande") Berlín explica cómo los revolucionarios franceses descubrieron que la igualdad era una fuente de desigualdad (la libertad negativa limita la autoridad, la positiva se adueña de ella). Pero sobre todo el libro me invita a volver a los textos del Tolstoi (que junto a Gogol son mis “rusos” favoritos) con otra mirada, porque al mismo tiempo analiza la influencia que el individualismo tiene en la historia. Y de yapa: la edición de Península tiene prólogo de Mario Vargas Llosa.

Sigo con los comentarios a este libro inagotable. Isaiah Berlin dice: "El genio de Tolstoi consiste en la capacidad de reproducir con exactitud maravillosa lo irreproducible; la evocación casi milagrosa de la plena, intraducible individualidad del sujeto, lo cual induce en el lector una conciencia de la presencia del objeto en sí mismo y no una mera descripción de él; emplea hacia este fin metáforas que fijan la cualidad de la experiencia particular como tal..."

Hay libros inclasificables o que se resisten bastantes a las clasificaciones genéricas y hasta temáticas. Libros originales con identidad propia que se autodefinen desde sus páginas. Esos libros “raros” suelen cruzarse conmigo seguido. Como todos sabemos el libro está vivo, por lo tanto nos podemos insultar, amar, ignorar, disgustar y volver a amigarnos. Esa relación “humana” con una obra puede ayudar mucho en este caso. Uno de esos tantos libros “raros” es EL ERIZO Y LA ZORRA de ISAIAH BERLIN. Tengo la edición de Península/HCS (pero con diferente cubierta a la que ilustra la entrada de Alibrate) y contieneun prólogo de un algo enrarecido Mario Vargas Llosa. Este libro es de los más conocidos de Berlín. El autor analiza, en este ensayo, la posición de León Tolstoi frente a la historia. Dice del escritor ruso que adopta la postura de un “erizo” para percibir los hechos y las ideas desde esa individualidad, pero que su naturaleza es de “zorra” cuando escribe sus libros. Yo tomo este ensayo de Berlin como un aporte necesario para entender al hombre y a su entorno. Berlín parte de una frase del poeta griego Arquíloco “La zorra sabe muchas cosas, sin embargo el erizo sólo sabe una e importante”. Con este ejemplo Berlin diferencia a dos clases de pensadores (o artistas, o seres humanos): aquellos que poseen una visión central, sistematizada de la vida y aquellos que tienen una vida dispersa y múltiple de la realidad y de los hombres. A la primera la define como una visión “centrípeta” (los erizos), a la segunda la llama visión “centrífuga” (las zorras). El erizo intimida por su protección de púas. En cambio, la zorra se reconoce por su astucia. Es un libro lleno citas y enlaces a innumerables autores y libros (No faltan referencias a Spencer, Wells, Tomás de Aquino, Proudhon, Stuart Mill, Mao, Foucault, Hume, Chesterton o Marx). Para Berlín son erizos gente como Dante, Platón, Hegel, Nietzsche y Proust; y son zorras Shakespeare, Aristóteles, Moliere, Goethe y Joyce, por citar algunos ejemplos. Es una lectura que requiere del lector colaboración y tiempo, porque tiene un ritmo propio este libro y debemos adaptarnos a él; pero las opiniones filosóficas, históricas y políticas de Isaiah Berlin valen el esfuerzo. En síntesis, Berlín trata en este libro el problema fundamental de la libertad: eso que no podemos alcanzar, pero a la vez se nos hace imposible de vivir sin ello.