NUNCA agradeceremos lo suficiente a Martin Murphy un texto tan limpio y claro sobre José María Blanco Crespo, en la mejor tradición de los biógrafos ingleses, sobre un religioso sin intolerancia, filósofo sin vanidad y político sin prejuicios, según William Jacob. La vida de Blanco White es una fenomenología del espíritu. Blanco es un hombre, y nada menos que un hombre, que se enfrenta como un titán a los problemas de la fe, la eternidad y la trascendencia, en un tiempo cambiante y mezquino, con un espíritu rebelde y absolutamente moderno. A una educación excesivamente sentimental, cercana a la Contrarreforma supo añadir unas gotas de sangre jacobina, a través de las lecturas de Voltaire y Rousseau. Pero esto es tan solo el principio de un viaje que concluye con «Night and Death», el mejor soneto escrito en lengua inglesa, solo comparable a los de Milton y Wordsworth, en palabras de Samuel Taylor Coleridge. ANTONIO MOLINA FLORES