El Partido le encarga al inspector jefe Chen Cao cerrar el caso de la turbia muerte de Zhou Keng. Hijo de un destacado miembro del Partido, Zhou dirigía el Comité para el Desarrollo Urbanístico de Shanghai cuando varias de sus prácticas corruptas se denunciaron en internet. Tras ser despojado de su cargo y sometido a una detención extrajudicial, al parecer se ahorcó mientras se encontraba bajo custodia. Los dirigentes del Partido esperan que la muerte de Zhou sea declarada suicidio y que Chen lo avale, pero algunas piezas no encajan y Chen tendrá que decidir si investiga la muerte de Zhou como posible asesinato, o renuncia a que se haga justicia.
Pues como siempre en la serie de Chen Cao, insuperable como inspector jefe, redomado gurmet y siempre quedándose al filo y con la miel rozándole los labios en cuanto a amores. Me gustan las descripciones de la actual China, la coexistencia de lo tradicional, cada vez más agazapado y escondido, con la nuevas tecnologías, sus endémicas corrupciones de dirigentes que no difieren mucho de las que nos toca sufrir a los que estamos en otra órbita social, cultural, política y económica, cuyas diferencias cada vez son menores. Entretenida serie.