EL ELEFANTE DE MARFIL

Para mí ha sido un placer leer esta novela. Una historia de tres generaciones, combinando hechos históricos y de ficción durante los últimos años del siglo XVIII y primeros del XIX. Unos hechos históricos muy bien documentados que en ningún momento ralentiza su lectura, sino que su narración hace que la novela sea mucho más interesante. Nos sumerge en la Sevilla de entonces, recorriendo sus calles y conociendo sus costumbres de la época. Una trama llena de intriga, secretos, traiciones y odio con un trasfondo de amor y pasión. Los personajes, tanto los principales como los secundarios, están muy bien definidos; desde los primeros hasta los que van apareciendo en el transcurso de la novela, sientes enseguida simpatía o aversión según quién sea. Una prosa elegante que resulta un placer seguir leyendo y que te atrapa hasta el final. Y por último, un final que no te esperas para nada, realmente te sorprende de una manera abismal. 08/Febrero/2021

Una novela que nos sitúa en la Sevilla del siglo XVIII, hay verdaderos hechos históricos de principio a fin, también mucha ficción y amoríos insulsos , eso sí, siempre con hombres fuertes y fornidos, ya pueden ser intelectuales o bandoleros. Por esa imprenta pasan personajes de lo más variado de la sociedad tal como sacerdotes, marqueses, afrancesados... y hasta una famosa bailaora de flamenco (claro, es Sevilla) Mi decepción, por así decirlo, es que deja en segundo plano la famosa partida de ajedrez, la disputa entre cristianos y musulmanes por la Giralda, la conspiración de la orden de Calatrava y de la orden de San Juan de Acre, son hilos de la novela que me hubiese gustado saber más. De todas formas, es una historia entretenida para quien empiece a leer este género de novela.

La sevilla del siglo XVIII y una partida de ajedrez muy curiosa entre un cristiano y un arabe por ver quién gana la giralda. Entretenida novela con mucha historia y mucha ficción.

Es un libro que se hace interesante según se avanza en su lectura.La historia de los personajes se entremezcla y desarrolla en Sevilla a finales del siglo XVIII.