EL DIARIO DEL CHAVO DEL OCHO

"El diario de El Chavo del Ocho", de Roberto Gómez Bolaños. Un libro sencillo súper fácil de leer de corrido. La verdad esperaba un poco más pero aun así ha estado entretenido y evoca la nostalgia de un programa que marcó la niñez de toda una generación (o de varias, porque mis hijas también aman al chavito).} Inicia con el relato del autor encontrándose con un Chavo humilde y sencillo que se ofrece a limpiarle los zapatos, que responde desconfiado a sus preguntas pero que sale feliz con el pago y la propina a comprarse una torta de jamón, dejando olvidado un cuaderno viejo que contiene una serie de apuntes que el autor entiende como un diario. A través de este conocemos a cada uno de los personajes que recordamos de la vecindad del Chavo y nos aclara algunos aspectos de su vida que al menos no tenía tan presentes. Puedo decir que lloré el fallecimiento de uno de ellos que no recuerdo haber visto en la serie. Por otro lado, destaca la humildad e inocencia del Chavo, de cómo los demás se aprovechan de él de múltiples maneras y él, ingenuo, no reconoce la maldad o las malas intenciones de los otros en la mayoría de las ocasiones. No cabe duda que presenta muchos hechos de peleas y falta de respeto entre los personajes, por lo que en aquel tiempo se decía que era un programa inadecuado para niños. Sin embargo, hoy vemos cosas mucho peores en programas infantiles. Al fin y al cabo, si los adultos supervisamos y compartirnos las reflexiones con los niños, puede ser una forma amena de aprendizaje y análisis moral si se quiere. Un libro para entretenerse, pasar el rato y recordar. Leído en 2021. PD: Si te ha gustado esta reseña o la de cualquier de nuestros compañeros y decides premiarla con un like debes hacerlo en el corazón grande 💙 donde dice: ¿te ha gustado esta reseña? O por si acaso a los corazones. Muchas Gracias!!

Ha sido una buena lectura, sobre todo por la melancolía de la infancia porque incluida mi hija ha crecido conociendo al inocente y achuchable Chavo. En este libro nos encontramos con algunas de las vivencias de este personaje tan querido que conocemos a través de su "diario" y que lograrán sacarte una sonrisa. Es un libro corto que se lee en nada, que te llena y consigue distraerte por completo.

Roberto Gómez Bolaños encuentra el cuaderno donde el Chavo del Ocho ha escrito un poco sobre su origen que no conocía, además también encontramos algunas anécdotas y peripecias por las que tiene que pasar el Chavito en la vecindad por no tener ese calor filial. Fue una lectura divertida

Es un libro que recopila historias especiales encontradas en el programa, con ciertos datos extras que lo complementan. Con historias sueltas se pueden revivir capitulos enteros y se disfruta tanto como los episodios. Mi programa favorito en la infancia fue El chavo del 8 es por eso que no deja de ser una lectura nostálgica y directa al corazón.

Le he pensado para hacer esta reseña porque no estoy segura de qué tanto me habría gustado si no fuera por la nostalgia... El libro lo entiendo más como un complemento a la serie puesto que aquí se cuenta todo lo que en la serie nunca se supo. ¿Qué pasó con los papás del chavo? ¿Dónde vive él? ¿Cómo llegó a la vecindad? En ocasiones puede ser muy duro a pesar de que se cuenta desde la perspectiva del chavo, que este como aún es un niño mira las cosas con total inocencia. También hay partes que son cómicas e incluso irónicas, dan mucho para pensar. Aún así, siento que le faltó algo y no sé qué es, tal vez me acostumbré a que en la serie los capítulos tenían su propia trama, mientras que aquí en el libro se enfoca más en dar profundidad a la personalidad de los personajes y relatar su historia. De vez en cuando sí aparecen ciertas anécdotas y bromas sacadas de la misma serie, pero suelen ser breves.

El diario del Chavo es un caso extraño. Es, obviamente el libro que contiene ciertas respuestas a las preguntas que todo el mundo ha tenido sobre el Chavo. El problema, problemón, es que, para que el presente del Chavo funcione, su historia tiene que ser terrible. Y lo es. El Chavo cuenta su historia desde la inocencia, pero para el lector la historia es una sucesión de desgracias. El Chavo sufre de todo tipo de desatenciones, desde la gente que lo rodea, hasta de las instituciones que deberían protegerlo. Pero, acá es donde reside la habilidad de Chespirito. Ya que aún con todo en contra, el Chavo se enfoca en todo lo que a él le favorece, e incluso cuando el lector lo sabe víctima, el Chavo no lo sabe, y es esa inocencia lo que le da la ventaja todo el tiempo. Cualquier personaje, en el mismo contexto, sería alguien muy cínico, pero no el Chavo. Sus peleas con Quico, Ñoño, la Chilindrina son efímeras y fugaces porque esa es la importancia que le da un nene a una pelea. Hoy sos mí enemigo, pero mañana empieza otra historia. Por eso él continua inmaculado. Al final, es el lector el que asume lo peor. El que cree que la vida del Chavo es terrible. Él solo va por la vida siendo él y es el lector el que resulta traicionado por su propia lectura. En ese sentido, el Chavo triunfa a su destino.

Un texto que se lee por la nostalgia infantil, sin embargo uno lo cierra, decepcionado.

En definitiva hizo que pueda hacer un viaje junto a mi niño interior, me ví ahí sentado en mi sala viendo los capítulos de El Chavo del 8 después de la escuela en esos años de mi niñez, en las que no tenía mayores preocupaciones. ¿Qué es lo que hace especial al Chavo del 8? Pues creo yo, la ternura y la inocencia de un niño que se encuentra día a día con un mundo crudo, muy aparte del humor y la ironía de este gran personaje. Cabe resaltar que el final de este libro me dejó con los ojitos de perrito recién acariciado y la cara de vela derretida jajaja.