EL DIA QUE SE PERDIO LA CORDURA

No sé ni por dónde empezar. Me ha dejado más confundida de lo que se quedaría él mientras lo escribía. Javier Castillo es un autor que tiene mucho por ofrecer, pero no ha sido capaz de plasmar una milésima parte de ello en este libro. Para empezar, hay que decir que le ha salido una historia bastante peliculera. Por no decir inverosímil. Hay escenas demasiado improbables, la personalidad de los protagonistas es pobre y toman decisiones que no puedo comprender porque se contradicen todo el tiempo. Por ejemplo, hay un momento en el que dos de los protagonistas (que se habían conocido como que 20 minutos antes) están huyendo de "los malos" y llegan a una casa. Entran y empiezan a decirse que son el amor de su vida, que quieren formar una familia juntos y chorradas varias. Todo esto con sus perseguidores al otro lado de la puerta. ¿Coherencia? Ninguna. Después está el estilo de la narración. Comprendo que es su primera novela. Yo también he escrito cosas y entiendo que es difícil encontrar un buen ritmo. Pero es que en todas las frases hay algo que sobra porque es redundante. Hay una frase que me llamó mucho la atención, porque además de ser rara, se repite diez o doce veces en toda la novela: "era un enigma, algo que no podía comprender". No sé si es cosa mía (soy muy meticulosa con la forma de escribir), pero eso es una definición innecesaria. Y como esta, cientos. Se hace pesado al cabo de un par de capítulos. Y, por último, está el abuso de suspense. Es decir, ya sé que es una historia de ese género. Pero acabar cada capítulo con una trama nueva sin resolver es demasiado. Hasta el epílogo deja cosas sin explicar. Abre tantas historias secundarias que después no concluye, que al final se termina no entendiendo nada. Nunca me llamó la atención, pero me lo regalaron y lo leí casi por compromiso. Lo siento, no me ha gustado.

Una decepción en toda regla, engancha, sobre todo al principio, pero te vas dando cuenta que los personajes son simples, que toman decisiones absurdas y nada realistas. Es la primera vez que leo una novela negra que no sé si considerarla tal cual porque el que perdió la cordura es el autor, hace una mezcla sin sentido que estoy segura que si le preguntas a él por todas las dudas y los vacíos de la novela, no tendría ni idea que contestar. Comienza con la aparición de un hombre desnudo caminando por la ciudad, con una cabeza de una mujer, totalmente ensangrentado (yo soy un poco macabra y me llamó la atención, para que negarlo). Este "psicópata" es encerrado en un psiquiátrico para su evaluación, porque se niega a hablar con la policía. A partir de aquí, el decapitador le contará la historia de toda su vida a la criminóloga, al autor se le va la olla y nos cuenta una historia que ni con calzador entra. Compré la bilogía, así que leeré la segunda parte pero ganas no muchas sinceramente.

Hace un buen tiempo vengo con cierta dificultad de engancharme a las lecturas, dedicarme por entero y con tiempo a cada una de ellas como lo venía haciendo anteriormente, hasta cuando me encontré este libro que en un comienzo me tomó por su cuenta, y creí volver a mis días de antaño de lectura feliz. A pesar que el autor se vale de un recurso que me pareció interesante, presentando capítulos cortos en los cuales se van alternando varias historias, entorno a una serie de muertes de mujeres, en varios lugares de USA, y que en su momento captaron mucho mi interés, considero que el extender la misma estrategia durante muucho tiempo, terminó agotándome😥, a la espera que el libro acabara pronto, y así de una buena vez saber, cómo todo este rollo se iba a desenredar 😵. Porque siii, el autor le enreda la vida a los personajes de cada historia, y va armando una maraña, con situaciones que después de varios capítulos me resultaron muy forzadas, intentando hacerlas coincidir, y que luego llevan a un desenlace extraño y precipitado. Mejor se hubiera ahorrado tantas arandelas en el nudo, y así presentar un final más creíble. Entretenido? Pienso que la primera mitad tiene su gracia...ya después se vuelve un poco más de lo mismo, aún así...ya comencé el segundo libro😅🤭🤭🤭. Creo que tengo la esperanza que en la segunda parte, el autor lo haga mejor.

El fin último de este libro es enseñarnos la fina línia que nos separa al loco y al cuerdo. En cuanto a su prosa es sencilla y sin dificultades para poder seguir la trama. Aunque se nota de que todavía es un escritor novel sé que pude llegar a tener mucho potencial si termina de aprender a tejer los diferentes cabos sueltos (en esta novela al final deja alguno sin tejer). Lo bueno que tiene es que desde el principio ha sabido enganchar al lector aunque sí es verdad que en algunos momentos los pierde un poco. A pesar de todo yo lo disfruté y me enganchó.

Bueno a decir verdad ,es un libro en definitiva entretenido ,la trama me ha gustado ,yo diría que ha sido como ver una película dominguera, no más. Un libro impresionante?,no,pero para desconectar por ratitos no está mal.

¿Qué clase de persona camina desnudo por la calle en la madrugada con una cabeza decapitada? ¿Cómo puede estar tan tranquilo deambulando por ahí? ¿Qué esconde? ¿Qué revelará?

"La segunda lección fue algo más perturbadora. Lo que vi en mi padre me hizo entender que todos y cada uno de nosotros guardamos dos mitades, dos extremos que nos impulsan hacia un lado o hacia otro. Que podemos amar con todas nuestras fuerzas algo, pero siempre nos queda una parte oscura esperando despertar. Mi padre amaba a mi madre, pero también la odiaba. Mi madre odiaba a mi padre, pero también lo amaba." «A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe». Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás. Con un estilo ágil lleno de referencias literarias -García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King- e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller romántico narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense. Hace unos días que terminé de leer esta novela, la primera de Javier Castillo, pero con tanta fiesta y compromiso familiar no había tenido ni tiempo de destriparla y reseñarla. Ahí va: En sí, es una novela que me ha gustado, muy de su estilo y que atrapa desde la primera página. Una historia envolvente, perturbadora y fácil de leer. Pero me ha gustado con algunos matices. Creo que hay un sinfín de personajes, de saltos en el tiempo y subtramas que hacen que te pierdas en muchos momentos. Como un poco caótico todo. Entendible al tratarse de una primera novela. Pero creo que es lo único que ha hecho que le baje la nota. Por lo demás me ha tenido atrapado desde el inicio. Personajes que marcan, capítulos contundentes y una trama que te mantiene en constante tensión y que te pide no dejar de leer . Es mi último libro del año, la única novela de Javier que me quedaba por leer junto a la segunda parte (El Día Que se Perdió el Amor) y que empezaré a degustar en breve. *MI PUNTUACIÓN: 7/10

No se que pensar de este luego, la verdad es que al inicio engancha bastante pero conforme avanza te va perdiendo, llegando a un final bastante simplón. Eso si, es un thriller con muchos giros y una trama bastante interesante, aunque al final te termina dejando con muchos cabos sueltos que esperemos se resuelvan en la segunda entrega.