EL DÍA QUE SE PERDIÓ EL AMOR

Empecé a leer esta segunda novela de Javier Castillo recién terminada la primera porque el final quedaba muy abierto, con muchos flecos sueltos y yo necesitaba saber qué más iba a pasar. Esta segunda entrega me ha durado poco más de 24 horas, tenía la necesidad de saber el final completo, una culminación con cara y ojos y, aunque no ha sido realmente así, me he quedado más o menos satisfecha. Me lo he pasado bien leyendo; conocía ya la manera de escribir del autor e iba preparada para más de lo mismo en cuanto a estructura y capítulos. Sabía lo que me iba a encontrar y me ha creado la misma adicción. El autor le ha dado unas cuantas vueltas de tuerca al argumento y ha sabido cómo tenerme pegada al libro unas cuantas horas seguidas, vamos, que le he encontrado gusto a la lectura con sus capítulos cortos y trepidantes y los saltos en el tiempo, protagonistas y lugares. He visto que sus siguientes novelas tienen una puntuación media más alta y no han creado tanta controversia, así que voy a leerme enseguida las dos novelas que me faltan por leer ya que necesito saciar mi curiosidad lo antes posible. Estoy segura de que me lo pasaré bien leyéndolas; ya os contaré lo que me han parecido en futuras reseñas. Si has leído "El día que se perdió la cordura" y te ha entretenido, te aconsejo esta segunda entrega. Si no has leído la primera, quizás te resulte difícil entender y seguir el enrevesado argumento de ésta segunda. 26 de octubre de 2021

Segunda novela casi idéntica a la anterior, aunque el avance en la trama es un poco más lento y algo menos enrevesado. A mí parecer creo que el autor debería de haber añadido al primer libro unas 170 páginas más y la historia hubiese quedado cerrada sin la necesidad de una segunda parte. Aún siendo un poco más flojo que el anterior el autor ha conseguido por segunda vez mantenerme pegada a sus páginas de principio a fin.

La segunda parte igual que la primera, los personajes igual de estúpidos, demasiadas cosas sin explicar. Con esto del realismo mágico podemos escribir lo que nos dé la gana sin tener que justificar nada: todo vale. Vaya manera de empezar marzo con esta bilogía, me he quedado igual que estaba y para colmo tenía demasiadas expectativas, de hecho creí que esta segunda parte me aclararía la primera y que tendría que cambiarle la nota, pero va a ser que no. Espero que os guste más que a mí: ¡Nos vemos en Matrix!

El 14 de diciembre de 2014 una serie de sucesos se desencadenan: una joven aparece desnuda en el FBI de Nueva York con el nombre de una mujer, escrito en una nota, que aparecerá muerta, esto será investigado por Bowring y Leonard de la Unidad de Criminología que descubren una conexión con la desaparición, varios años antes, de unas chicas; mientras Jacob y Amanda son atacados en su casa y ella resulta herida y Steven es trasladado al hospital, desde la cárcel, para ayudar a su hija Amanda. A partir de aquí se inicia el encadenamiento de hechos en una aventura trepidante, absorbente, truculenta y con giros inesperados en la que tomarán parte más personajes como Katelyn y su padre o la madre de Amanda y todo acabará el día siguiente en Salt Lake con la reunión de muchos protagonistas y ……. pero donde el amor y la venganza serán protagonistas.Paralelamente, nueve años antes, conocemos a Carla que vive aislada en un ¿monasterio? de una secta de asesinos de la que ella será heredera, basándose en el poder de sus sueños; conocemos su relación amorosa con Roeland que después ………..…..Hay que tener en cuenta que este libro es la continuación de “El día que se perdió la cordura” (que yo NO he leído) y por ello, a veces al hacer referencia a situaciones o personajes de ese libro se pierde un poco la historia aunque se puede leer de modo independiente. Está narrado en tercera persona excepto la parte de Jacob que lo hace en primera y en tiempo presente; en cierto momento se transforma en el autor, así produce un momento curioso de autor de un libro que lo explica dentro de otro libro escrito por él.Los capítulos se inician con el nombre de cada protagonista y son bastante breves, con una acción y un desarrollo adictivo, trepidante y que termina de una forma brusca pero que te empuja a leer el siguiente capítulo de ese personaje y sigue con este proceso otra vez y otra vez, además tiene algunos trucos o casualidades ……. para relacionar más estrechamente a los personajes con el final y un epílogo ………., por todo ello la lectura es muy rápida, muy intrigante y realmente te engancha, deseando saber cómo acabará todo. La perfecta ambientación en Estados Unidos y los constantes desplazamientos casi como una carrera contrarreloj (sospechosamente rápidos a pesar de las distancias) aportan aún más acción y rapidez y casi nos hacen pensar en un autor de ese país o una serie para la televisión. La parte del monasterio y Carla es la que me ha resultado más compleja y confusa (quizá leyendo la “cordura” se entendería mejor) con la reunión para aportar nombres de mujeres que deben morir, sueños o una líder demente.

La novela de Javier Castillo me ha dejado un poco de sabor de boca, me esperaba algo mejor en su segunda entrega, ya que el primero, muchos decían que seguramente la segunda parte siempre es mejor. Puedo afirmar que este libro ha tenido gustos muy pequeños. En primer lugar me ha encantado los protagonistas Amanda y Jacob dos personas que me han cautivado desde el primer momento, aunque hayan pasado por muy malos momentos siempre Jacob estaba con Amanda, aunque las circunstancias les haya dejado mal trago. La parte de Carla hermana de Amanda me pareció un poco diferente ya que la parte de ella han pasado 9 años de diferencia, en el convento que resultaba ser la elegida. La trama es la misma que la primera ya que la diferencia es que aparece una joven desnuda y con un montón de notas. Me ha parecido prepotente el detective Bowring, en la forma que trato a la joven y la trata como asesina sin saber nada todavía. Puedo decir muchas cosas pero mejor me las ahorro. Es una literatura rápida de leer capítulos entretenidos y algunos repetitivos en general la novela le doy un 2,5/5 espero que en otras novelas que escriba sean mejor

Hay algo bastante embriagante en los libros de Javier Castillo, no me terminan de encantar pero a la vez no puedo dejar de leerlos. Me encanta las tramas tan originales que presentan en sus libros y enganchan bastante pero la cuestión es que me deja una sensación de que algo falta.

Después de terminar "El día que se perdió la cordura" no esperaba mucho de este libro para ser sincera no me gusto nada, lo sentí más una copia del primero, todo era tan predecible. Me constó terminarlo hasta me plantee dejarlo y no terminarlo, lo sentí terrible. Creo que el autor se forzó mucho al escribir este libro.

No he podido terminar de leerlo por que me parece malo a comparación de el primero. Cada vez que leo "me da un vuelco el corazon" y frases similares muy repetidas veces, a mi me da un vuelco el estomago. Espero a que el siguiente sea mejor para mi gusto.