El 21 de junio de 1936 fue para Luis Carandell el día más feliz de mi vida, el de su Primera Comunión. Pero poco faltaba para que estallara la Guerra Civil. El autor cuenta la vida burguesa de la Barcelona del franquismo, con sus puestas de largo, sus noches de ópera y el ropero de las damas. El autor abandona el ideal de los nacionales de hacer una España de café, copa y puro y comprender que el día más feliz de mi vida iba a ser el día más negro de mi patria.