EL DEMONIO DE LA PERVERSIDAD

No es la primera vez que el norteamericano recurre al criminal que precisa que su obra sea conocida y con la imperiosa necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. El corazón delator o El gato negro son muestras de ello. Dividida en dos partes, El demonio de la perversidad arranca con una reflexión del propio narrador/ protagonista, entre lo filosófico, lo psicológico acerca de ese impulso que todo ser humano tiene para cometer el mal aun sabiendo que las normas morales dictan justamente lo contrario. Apoya el mini ensayo inicial con el cuento propiamente dicho, pero en esta ocasión deja muchos cabos sueltos y un relato lleno brumas. No anda muy afinado Poe en la ejecución, aunque sí nos deja, como siempre, esa sensación de desasosiego y algún que otro pequeño sudor frío. El recurrente y obsesivo sentimiento de culpa que encontramos en sus textos, enmascaran sus silencios y tormentos. Quien sabe, tal vez quiso confesar y no sabiendo como hacerlo, lo escondió en sus letras para liberarse. Por si acaso, si estoy cerca de una tumba y oigo el latido de un corazón o el maullido de un gato rianse ustedes de Ben Johnson. Y sin sustancias no permitidas.

Éste es un relato corto pero intenso, contado de manera genial por el autor. Se adentra en la mente humana y nos quiere explicar, de la mano del protagonista que narra su propia historia, los impulsos incontrolables que puede sufrir un asesino, primero a consumar un crimen meticulosamente meditado y preparado, luego a confesarlo a los cuatro vientos quizá para desterrar de su mente la culpa que le corroe. De ahí el título, la perversidad que hace que te apetezca hacer aquello prohibido, aquello que sabes que no es correcto, que no se debe hacer. Nuestro protagonista vive durante años con el convencimiento de que está seguro, que nadie sabe que es un asesino, pero un día, después de decirse a sí mismo que sigue seguro y que nadie lo descubrirá, se le mete en la cabeza que solo lo descubrirán si él mismo lo confiesa... Esta idea queda anclada en su mente y no le deja en paz... 28 de enero de 2021

No me voy a referir a la historia, porque es tan corta que no me gustaría echarla a perder. En el demonio de la perversidad el narrador presenta con una voz sorda y suave su confesión y lo hace brevemente, luego de explicar el tema de la perversidad que hay en las personas, refiriéndose a ese lado oscuro que a veces vislumbramos o que no tenemos ni idea que está latente esperando la ocasión para manifestarse. Esta cuestión no es desconocida para nosotros, la maldad consciente que en momentos se disfruta y ha estado presente en la historia de la humanidad. La pluma alucinante de Poe nos lanza a una metáfora de un acantilado que nos lleva a reflexionar sobre esa línea tan delgada existente entre el bien y del mal, lo prohibido y lo permitido, la tentación y la adrenalina que origina el fantasear de manera consciente sin considerar el daño que se le puede ocasionar a otra persona. Finalmente, me surge esta pregunta ¿Conocemos a los demonios que hay en nuestro interior?

Con este relato Por instituyó un termino. En el asesinato, tan común como entregar vida, hay impulsos incontrolables. Poe hace una crítica sobre el espíritu maquiavélico y perverso que atormenta a los autores de crímenes de extremada crueldad y luego, te sumerge en el relato del asesino y su víctima. Pero es tarde para darte cuenta que justificas el crimen, Poe ha ingresado en tu mente y te ha condicionado a ponerte del lado equivocado. Genial.

La arrogancia es producto de una carencia, carencia que lleva a cometer actos injustificables que terminan generando remordimientos y una sensación de culpa de la que aún actos mínimos no pueden desprenderse . Lo que conduce a la autodestrucción. Sólo que aquí, y basado en un amplio prolegómeno recibe un nombre, nombre que se ha convertido en definición, en epítome “ , el demonio de la perversidad” que se supone alienta a cometer el mal por el sólo hecho de que se puede. Aún cuando este sea contra uno mismo. El corazón delator, crimen y castigo, William Wilson y cuántos ejemplos mas ...

Historia que mezcla la psicología con un toque filosófico, como en muchas narraciones de Poe. Ese impulso de hacer algo que en realidad no debería de hacer. Esa conciencia o voz interior que impulsa a las personas. Todo lo anterior relacionado a un crimen y la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. En lo personal me esperaba algo más de Poe.

Que tan delgada es la línea que nos lleva al mal? Poe en este corto relató nos muestra los últimos momentos de un asesinó, su confesión como auto justificativo de su accionar y el temor de proseguir su vida en un lugar incierto luego de la sentencia.

Una obra principalmente más filosófica y psicológica con un buen toque de Poe