Ha traído Cristo una nueva moral? ¿Qué añade la moral cristiana a la moral simplemente humana? ¿Aporta la fe soluciones específicas y originales a los problemas éticos con los que la humanidad se encuentra o, o el contrario, se limita a ofrecer nuevas motivaciones al obrar simplemente racional? En el complejo entramado de las relaciones sociales, políticas, económicas y familiares ¿goza el cristiano de alguna luz propia y específica para resolver las dificultades que se presentan? El debate está abierto y es una de las grandes polémicas teológicas del siglo XX. En él participan teólogos protestantes y católicos de todas las tendencias y escuelas. Su comienzo se sitúa en los años posteriores al Concilio Vaticano II, pero no se puede decir que haya concluido