EL CUERPO EN QUE NACI

¡Fascinante! Escrito con tal naturalidad, que contagia a escribir. Y es que esta bella y sincera autora se atreve a revelarnos parte de su niñez y lo comparte con tanto orgullo que termina haciéndonos parte de ella y su vida. Ame este libro. Lo escribe de tal modo que lo hace digerible con toques soberbios pero con palabras directas, suaves y llenas de sentimiento. Antes de leerla no había hecho reparo en la vivencia de aquellos niños que nacen con alguna limitación física y el como ellos observan y aprecian el mismo mundo que compartimos. Guadalupe nos regala la confidencialidad de su familia, cada torpeza, cada complicación, cada vivencia que la construye como persona; y lo escribe sin dudar. Amo las partes en las que no se resiste a no explicar los detalles de las palabras francesas que agrega. Amo la incorruptible verdad que comparte, amo conocer una realidad que siempre ha estado ahí, pero, que he sido ciego y sordo hasta antes de leerlo.

Guadalupe Nettel nos deleita y entretiene con una novela autobiográfica sobre su infancia. Escrita a modo de soliloquio en el diván de un psicoanalista, la autora hace repaso, con gran sentido del humor, de los momentos más estelares de su infancia. Ella que nació con un problema en un ojo, a lo largo de su infancia ha sentido un cierto modo de exclusión similar al que padecen sus vecinos magrebíes cuando vive en Francia con su familia.

“ No contaré nada en lo que no crea” Parte del discurso autobiográfico convertido en novela de Nettel, Pergeñado, desde el diván de psiquiatría , en el cual narra su infancia y adolescencia, que físicamente puede haberla colocado en inferioridad, pero que socialmente le ofertó un handicap. Escrito con un lenguaje claro y fluido, expone, argumentos, en ambos sentidos, que contribuyeron a hacer menos llevadera su situación y que jalonados de la mano de una familia disfuncional, donde las haya, disfrazada de progresista liberal e independiente, solo Influenciaron la percepción de inferioridad, y la opresión de su singularidad, aunque.. finalmente aportaron para la auto superación basada en la resiliencia, de esta novel ( tal vez no tanto ) escritora mexicana. Ofertándole además un plus, la capacidad de observar de manera directa otras gente, otros modos, que retribuyen al generar la amplitud de miras que plasma en sus obras, Refrescante escritura, admirable, construcción literaria a partir de la deconstrucción personal ligera, interesante apasionante reconciliadora, Historia personal, pletórica de anécdotas, perfectamente enlazadas que no pierde en autoconmiseración lo que gana en empatía. A su decir, su madre dijo, “ me harás quedar mal siempre lo has hecho “ No, no lo hace, a menos que se considere así el poner los puntos sobre las ies . Conjuntamente, hace un devastador repaso, del Mexico, que fue, es y será arrasado por la corrupción, las modas extranjeras y la incapacidad de aceptarse como una nación, fuerte, solidaria, congruente e inclusiva, Más castas que en la India, menos aceptación de su existencia, Discriminación democrática, al de arriba, de abajo de frente, de atrás, de un lado y del otro.

Que belleza de historia, la sensibilidad de la autora me tiene encantada. Es una novela biográfica maravillosa.

💠 El cuerpo en que nacemos no es sólo físico. Es la familia, la casa, la ciudad, el país y los vínculos que establecemos. Es el idioma, las lecturas, las creencias. ✴️Como en una larga sesión de terapia, la escritora recorre su historia personal, desde la niñez hasta la adolescencia, en una búsqueda y comprensión de su identidad. Cuánto le debe a su padre y cómo la marcó la relación con su madre. Qué vivió con su abuela, quiénes fueron amigos/as. ✒️ Íntima, clara, introspectiva, profunda y reflexiva. Trasciende lo anecdótico y muestra el complejo entramado en el que se forma la personalidad. ¡Muy buena!

¿Puede nuestro cuerpo salir ileso de la vida? Nettel a través de un relato autobiográfico nos comparte experiencias y recuerdos sumamente íntimos en su infancia; dónde todo tiene origen en su condición corpórea y el defecto de nacimiento que la marcó de por vida. ¿Son acaso nuestros defectos los culpables de nuestra marginación? ¿O es acaso, nuestra propia carencia de autoaceptación y apertura al mundo la causante de la misma? Nettel logró decidirse a vivir desde el cuerpo en que nació y a aceptarlo desde cada una de sus particularidades porque al fin y al cabo, nuestro cuerpo es nuestro vínculo con el mundo y la realidad; mutando, cambiando, creciendo y añadiendo como una bitácora cada experiencia y cicatriz de nuestra cotidianeidad.

El cuerpo en que nacemos no es el mismo en el que dejamos el mundo. No me refiero sólo a la infinidad de veces que mutan nuestras células, sino a sus rasgos más distintivos, esos tatuajes y cicatrices que con nuestra personalidad y nuestras convicciones le vamos añadiendo, a tientas, como mejor podemos, sin orientación ni tutorías.

“El cuerpo en que nacimos no es el mismo en el que dejamos el mundo”, la autora cuenta su infancia y adolescencia en un monólogo con su psicoanalista, y como cada cicatriz y huella en la vida hace que lleguemos al fin de nuestros días siendo diferentes. En este recorrido que incluye partes en México y otras en Francia expone sin omitir detalles sobre su sensibilidad y sobre el mundo que con sus ojos puede ver. Lleva de una manera fantástica el correr de la inocencia, la relación con su madre y cada punto de contacto con una realidad muchas veces contrariada a su voluntad. El padre, su abuela y las amistades también dejan marcas en su cuerpo.