EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

Me cruzo con una cita de Cien años de soledad y una oleada inexorable de nostalgia me invade el cuerpo y me deja la boca llena de ese regusto dulce y cruel que tiene todo lo que uno tanto ha amado. Extrañaba mucho a este hombre. Y tuve que regresar a él. En cuanto abrí la primera pagina fue como ser besada. Y volví a sentir esa calidez que siempre sentí al leerlo. Esto ya lo dije, pero crecí en un hogar donde nadie leía. Y si no hubiera descubierto al Gabo tal vez yo tampoco lo haría hoy. A los 15 años me hizo amar la literatura. Me formó, me dío un cuerpo, una cara y un corazón que siempre siente lo que lee... Yo soy lo poco o mucho lectora que soy gracias a él. En este relato pequeño, siento a Latinoamerica en las venas, siento cuanto duele la censura, el hambre y la vejez en esta tierra tan hermosa y a veces tan mezquina con quienes dieron todo por ella. GABO ES LATINOAMERICA, Y ES PASIÓN Y ES PUEBLO. GABO ES AMOR. AHORA Y SIEMPRE.

Descubrí muy tarde a García Márquez, pero lo voy a conocer a fondo. Segunda novela que leo, después de "Cien años de soledad" y me ha vuelto a fascinar. En pocas páginas nos cuenta toda una vida de un coronel retirado, que sigue esperando una carta que parece que nunca llegará, una carta que le puede solucionar la vida, una vida de penurias y privaciones, esperando la respuesta del gobierno a su justa reivindicación de una paga por los servicios prestados a su país. Es una historia enternecedora, me llegó al corazón. La entereza y dignidad del coronel ante las adversidades y ante sus vecinos y amigos, la injusta muerte de su hijo, la enfermedad de su mujer, la manutención a ultranza del gallo que come mejor que ellos, su esperanza en que la carta llegará el próximo viernes, la venta del reloj y el cuadro que es lo último que les queda por vender... El Gabo teje un relato entrañable de una realidad dura e injusta que viven muchos en la Hispanoamérica de los años 60 del siglo pasado. Os la recomiendo encarecidamente. 3 de marzo de 2021

Esta novela es como una idea peligrosa, sabes que está ahí, rondandote, sabes que a veces puede suceder, lo notas, puedes hasta sentirlo en la punta de los dedos cuando pasas las páginas , sabes que es muy posible  que algo se haya quedado olvidado en el camino. Sin duda sabes todo eso, lo llevas escrito en la frente, pero leer a este hombre no deja de ser para mi un gran acto de fe... Los actos de fe son siempre  saltos al vacío, y este tipo de intentos sólo pueden  acabar de dos maneras, o bien caes de pie o bien te estrellas contra un suelo demasiado duro. Confieso con la boca pequeña que yo me he estrellado, demasiado salto y muy poca fe, demasiada distancia y muy poco impulso, demasiadas palabras y muy pocas ganas de acertar juntándolas en mi mente . Aquí sí que me voy a echar toda la culpa a mis escasas dotes de entrenador, jugaba en casa y salí con 6 defensas centrales, creo que le plantee un partido a Márquez demasiaso amarrategi, jugué acojonado, y mi mejor jugador del partido ha sido mi portero, eso lo dice todo...muy triste, muy pusilánime por mi parte.  Lo siento Gabo, tu segundo libro no ha llegado en un buen momento para mi, es de las pocas veces en mi vida que no me gusta una novela y no me arrepiento de haberla leído, eso, sin duda, me está gritando algo, pero lo hace tan alto que no acierto a escucharlo.  No es un mal polvo, simplemente ha sido  una amante demasiaso exigente a la que no he sabido ni he podido complacer, pongamos que lo dejamos en tablas, pongamos que me quedo sin saber muy bien cómo encajar tanto realismo mágico en mi corazón, pongamos que he sido  demasiado vulgar para ti o pongamos simplemente que cualquier día de cualquier mes de cualquier año convergemos tu y yo otra vez y  montamos otro partido. Pero esta vez  lo jugamos en tu campo...y así el que tiene que  atacar por cojones eres tú... Tengo esa sensación que me está diciendo que en algún lugar del camino cogí un atajo y me equivoqué.  Los atajos suelen ser malas decisiones, por eso son atajos y es que no hay manera más segura en esta vida para saber que no te has equivocado que escoger siempre el camino más jodidamente duro.  Eso nos lo va enseñando la vida poco a poco conforme la vamos cagando. Asi que lo calificarse con estrellas en otra vida, una en la que no me de tanto miedo jugar al ataque....

Leyendo esta novela recordé automáticamente una entrevista a Gabo donde habla de la producción de la que fue su gran obra Cien años de soledad. Un proceso de producción que se hizo chicle , según cuenta, por estar en una situación económica muy mala y usarlo de trampolín para ponerle todas las esperanzas a que esa obra le daría el ingreso que necesitaban para salir adelante. El coronel no tiene quien le escriba se desprende de esta gran obra antes mencionada (de todos modos puede entenderse independientemente). El protagonista es la esperanza personificada.  Pasando penurias, hambre y abandono nunca deja de confiar en que llegará su pensión por el servicio al país. Esa carta que ve llegar tantas veces en su imaginación y no llega pero no deja de esperar. Su mujer un poco menos soñadora, lo acompaña y trata de apoyarlo pero oscila constantemente en la pérdida de paciencia siendo el cable a tierra permanente del protagonista. Una novela bellísima, súper breve, emotiva y  con la pluma de Gabo que siempre hace magia✨✨✨. Nos guiña sobra la esperanza, el amor, la confianza, el salir adelante a pesar del dolor... Gabo siempre el gran maestro💖

Cada que veía o leía el título “El Coronel no tiene quien le escriba”, me imaginaba que la historia iba de un Coronel solitario, abandonado, posiblemente en un asilo, a quién sus compañeros recibían afecto de sus familiares y él era el único que no lo visitaban ni recibía carta de sus hijos o seres queridos. La historia del libro es algo distinta, el Coronel se siente solitario y abandonado, pero no está solo, vive con su mujer; no está en un asilo, pero se siente así en su casa; aislado y con la esperanza de una carta que mejore sus condiciones de vida. El Coronel no tiene quien le escriba es una historia corta, que posiblemente García Márquez quiso retratar a la Colombia devastada por la Guerra Civil o de los Mil días, donde logra adentrarnos en la angustia del Coronel, que sufre la desesperación de ver como la miseria se lo lleva poco a poco y que logra mantener su dignidad por más desesperada que sea su situación o por tan angustiosa que es la espera de la tal anhelada carta que lo sacará de sus penas económicas.

Gabriel García Márquez descargó entre las páginas de esta novela corta, toda su indignación ante la injusticia y la ingratitud de las autoridades atornilladas en el poder político y militar de hispanoamérica. Las peripecias de un Coronel retirado de las filas del ejército, que "arriesgó su propio pellejo en la guerra civil" vive con la única esperanza de ser recibir la carta que le entrega lo que por derecho merece, su esposa enferma y el hambre le consumen, pero aún tiene esperanza. Corto, simple y reprimente. Me costó mucho leerlo por lo triste del relato.

Esta es una novela corta de Gabriel García Márquez donde se comienza a denotar el lenguaje y estructura de lo que vendría unos años después con Cien años de soledad. Aún no tiene aditamentos de realismo mágico, que Gabo indicaría que absorveria del Pedro Páramo de Rulfo. La trama es muy sencilla, la historia del coronel, un veterano de la guerra de los mil días, que espera todos los viernes que llegue su pensión por correo durante quince años. El coronel representa la esperanza y la dignidad mientras su esposa es más realista y se encuentra abrumada por la situación de extrema pobreza y hambre que pasan. El gallo en medio de ellos representaría simbólicamente lo que no se quiere perder frente a un sistema corrupto y desconsiderado. Me pareció fantástico el manejo para retratar la situación y el entorno de la pareja con cierto dramatismo, humor e ingenuidad.

Julio 2021 "... El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra y con un cuchillo raspó el interior del tarro..." El protagonista de nuestra historia es un anciano coronel ( en ningún momento llegamos a saber su nombre) que participó en la guerra civil de su país a las órdenes de Aureliano Buendía y al que le corresponde por derecho propio una pensión que ya se retrasa quince años, si bien, piensa que llegará porque "nunca es tarde para nada", pacientemente va a la oficina de correos todos los viernes, para saber si recibe carta con tan preciada noticia a su nombre. Vive junto a su mujer en la más absoluta indigencia con la única compañía de un gallo que fue de su hijo fallecido, del que se niega a vender, siendo ya casi lo único que le queda en su mísera vivienda, ya que han ido vendiendo todo lo que tenía algo de valor para poder comer. Es una historia dura y triste, y el autor hace que sea absolutamente real, vas de la mano del coronel y de su dignidad junto con su entereza frente a la adversidad y de su esperanza frente a la sinrazón. Me ha parecido una magnífica obra, se lee en nada porque es una novela corta, se disfruta y se sufre pero nunca decepciona. Absolutamente recomendable. 📌SI TE HA 😍GUSTADO 😍 MI RESEÑA O LA DE CUALQUIER OTRO USUARIO 💁🏽🙋🏼‍♀️DE ALIBRATE PINCHA EN EL LIKE QUE VA EN EL CÍRCULO 🔘CON UN 💙CORAZON GRANDE AZUL JUSTO ⬇️⬇️⬇️ A LA DERECHA, AL LADO DE DONDE DICE: ¿TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA ? 📌📌