El coaching no es una moda pasajera. Por el contrario, más bien resulta ser la mejor de las herramientas posibles para que los directivos comprendan, integren y respondan tres preguntas que resumen a juicio del autor las meta-competencias que les permiten desarrollar otras: ¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos?